Cesta de la compra / Apestando porlo Nuestro.- Los precios de la comida en las islas siguen subiendo, y parece ser que se avecina un "subidón" de los que hacen historia. En una protesta de la COAG que adjuntamos como foto, se ve un ejemplo de los tremendos márgenes que ponen los intermediarios a los productos. Pepinos que el agricultor vende a 0,30, llegan al consumidor a 1,90, y bubangos de 0,25 a 2,43.
Así no hay quien pueda. Ni el consumidor ni el agricultor pueden vivir con esos precios. ¿Cuántos kilos de pepinos tiene que vender un agricultor para comprar un kilo de bubangos como consumidor final? ¿Es esto lógico? Está claro, y eso es lo que dice la COAG, que el único que se beneficia aquí es el intermediario.
Si, paralelamente a esto, en las islas se cobran los terceros peores sueldos del estado (ver aquí), la combinación de ambos factores hace que tengamos un poder adquisitivo que nos coloque a la cola del estado, y nada menos que en lo que se refiere a la alimentación.
Mientras, los políticos se dedican a hablar de grandes obras, auditorios, comisarías, estadios de fútbol, autovías y demás infraestructuras de dudosa utilidad si no tenemos ni para comer. En lugar de eso, deberían plantearse ya seriamente una ley de residencia que evite que siga llegando más gente a este territorio limitado.
Y con esa ley no nos referimos a que impidan la llegada de los pobres africanos que se la juegan para intentar alcanzar la anhelada Europa y que luego son deportados de vuelta, sino la de los que vienen por avión, buscando algo más que liberarse de opresiones políticas o sociales. Esos son los que no podemos permitir que sigan invadiéndonos, simplemente porque no tenemos sitio para ellos, ni para nadie más.
Tampoco podemos permitir que las mejores tierras agrícolas de las islas, o aquellas en las que se “sorribó” el suelo para mejorar su fertilidad, sean ahora los puntos en los que más se está desarrollando el urbanismo desmesurado. Zonas como los alrededores de Tacoronte, Guamasa, Valle Guerra, Tegueste y Tejina, Las Mercedes, Los Baldíos y Geneto no deberían admitir ni una casa ni una carretera más. Con todos los lugares secos e improductivos que hay en las islas, ¿por qué se sigue permitiendo que esas zonas pierdan su tierra, a cambio de polígonos industriales, grandes zonas residenciales y las infraestructuras necesarias para su comunicación?
La COAG también critica en ese artículo al REA famoso, porque dicen que, en lugar de bajar los precios, lo que ha hecho es subirlos. Si esto es cierto, entendemos que, entonces, el REA debe de haber desaparecido en manos de los políticos o los intermediarios correspondientes. Si no, que nos expliquen cómo desaparece un dinero con un destino claro y concreto.
Al final, dicen que lo que se tiene que hacer es incentivar y promocionar los productos locales. Eso sí que es simpático. El jornal agrícola es el más bajo de los trabajadores no cualificados. ¿Quién va a querer trabajar en el campo, si en un bar pagan el doble? O cambiamos todo el sistema económico agrícola, o el destino del mismo está claro: todo se importará, y será de pésima calidad o bien carísimo. De hecho, en parte ya es lo que está pasando.
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