José Luis Valdés / Artículos de opinión.- A principio de 1987, un pequeño grupo de trabajadores canarios y suecos residentes en la ciudad de Goteborg, Suecia, decidimos formar un comité de solidaridad con la lucha del Pueblo Canario por la autodeterminación y la independencia del Archipiélago.
En la primera reunión del colectivo aprobamos crear unos principios mínimos en forma de Estatuto. El nombre que adoptamos fue el de Comité de Solidaridad Sueca Canaria, y nos planteamos legalizar la Asociación Cultural Guanche Islas Canarias de Goteborg, ya que en Stockholm la teníamos ya legalizada desde hacia varios año.
Tras organizarnos, iniciamos la lucha de agitación por el derecho democrático a la autodeterminación del pueblo canario, y el apoyo a otros pueblos del mundo por la conquista de su liberación social y nacional, en particular los del continente Africano y Latinoamericano.
Denunciamos ante algunos organismos internacionales, como Amnistía Internacional y la Organización de Unidad Africana, la situación colonial de Canarias, así como las violaciones de los derechos humanos. Creamos la Asociación Guanche en Götegorg y nos dimos a conocer a través de la radio y prensa, trasmitiendo nuestra cultura, historia, y tradiciones del pueblo canario. Formamos grupos de trabajo, organizamos actos, cursos, conferencias, exposiciones, equipo de fútbol, y llegamos a traer a Suecia una cantante canaria.
Participamos con los grupos de inmigrantes en Suecia en el día internacional del Inmigrante y en todos los 1ª de mayo. Nos solidarizamos con otras naciones de habla hispana y del continente Africano. Invitamos igualmente a todos los canarios y canarias y amigo de Canarias a formar comités de apoyo logístico desde el exterior para conseguir que el Gobierno Español reconociera y aplicara el derecho democrático de autodeterminación del pueblo canario y pudiéramos constituirnos en Estado Independiente y soberano.
Otra de las labores que hicimos fue la elaboración de un boletín en castellano para distribuir entre los canarios e inmigrantes de habla hispana en Suecia, dando información, formación y conocimientos de nuestras luchas. El nombre que escogimos para el boletín fue el de El Canario y la consigna Por unas Canarias Libre y Socialista , de los cuales salieron nueve números, el primer numero salio el uno de mayo de 1987. El compañero Manolo Martín, recién fallecido en accidente laboral, creó la revista Kanarieörna en sueco, y un boletín en castellano para repartir entre los canarios y la comunidad latina, con el nombre de Canarios en Suecia, de los cuales salieron varios números.
El primer numero de boletín de El Canario salió con una portada de un dibujo de las siete Islas Canarias, en su centro una estrella verde y dentro de la estrella un puño rojo rompiendo las cadenas que nos une a España. En el interior del boletín se incluía un comunicado, que habíamos mandado a los medios de comunicación suecos, en el que hacíamos hincapié sobre la lucha del pueblo canario contra el colonialismo español, que no era un sueño ni una atracción turística más de contenido folklórico, sino una realidad objetiva que siempre ha estado y estuvo presente a lo largo de la historia de nuestro pueblo. Por lo tanto considerábamos que la lucha de nuestro pueblo contra la metrópoli, España, es de carácter democrático revolucionario y, como tal, anticolonialista, antiimperialista, antimonopolista, y antioligárquica. También hacíamos un llamamiento a la solidaridad del pueblo sueco con el pueblo canario, solicitando a España el respeto de la Carta Magna de las Naciones Unidas, en cuanto a la Declaración Universal de los Derechos de los Hombres y de los Pueblos, así como la aplicación de la resolución sobre el derecho que tienen todos los pueblos colonizados a decidir su propio destino a través de la autodeterminación y la independencia según la resolución 1514 del 15 de diciembre del 1960.
En siguientes artículos continuaré contando sobre la emigración canaria en Suecia y su labor política a favor de unas Canarias Libres y Soberanas.
¡Independencia y Socialismo!
- Continuación: Canarios en Suecia (II)
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