Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Probablemente se trataba de una de las palmeras canarias más 'valientes' de las que existían en todo el Archipiélago. Situada prácticamente dentro del barranco, enraizada sobre un risco, resistió la impresionaste embestida de la riada de hace medio siglo, en la que murieron decenas de personas y desaparecieron varias casas que se situaban en el entorno de este magnífico ejemplar.
Últimamente, además, me había llamado la atención porque en ella solían encontrarse muchos ejemplares de loros que andan sueltos por esta zona del municipio de Breña Alta, justo debajo de la conocida como Cruz de La Laja, por lo que incluso estos últimos años la había fotografiado en varias ocasiones. La última, creo que fue en estas pasadas Navidades, observé cómo alguien le había realizado un corte extraño en las ramas porque, por lo visto, sus ramas se estaban acercando demasiado a un tendido de alta tensión que se situó sobre ese barranco hace como unos 25 o treinta años.
Pero cual no sería mi desagradable sorpresa cuando este verano, al no encontrarme la palmera, me dicen que la multinacional Unelco-Endesa ha obtenido como una especie de 'licencia para matar' todo rastro de vida que se encuentre en el entorno de sus tendidos independientemente de las características del ejemplar natural del que se trata. En este caso un auténtico monumento.
Y yo les digo la verdad, como intentamos hacer siempre, de que en estos casos la única duda que se me plantea es sobre quiénes son los auténticos belillos, o golfos, en el caso de estas atrocidades irremediables. Porque si lo de la multinacional indecente es fuerte, cargándose un ejemplar de estas características por no rectificar mínimamente el viejo trazado (sólo con renovar una de esas viejas torretas y elevándola cinco metros hubiese estado el problema resuelto para otro medio siglo), lo del Cabildo de La Palma autorizando a estos individuos a cometer estos crímenes pareciera acaso muchísimo más indecente todavía porque, entre otras cosas, es algo que no le admitirían jamás a nadie. Sobre todo cuando, como en este caso, existen alternativas de lo más sencillas.
Cuentan, los que lo vieron, que llegaron fuertemente armados con maquinaria especial. Cogieron la palmera con grandes pinzas y la fueron troceando hasta que no dejaron ni rastro en menos de dos horas. Algunos vecinos, incluso, tardaron días en darse cuenta de la atrocidad cometida. Y algunos hay, incluso, que no terminan de creérselo.
Pero no ha sido sólo este el caso, hay muchísimas palmeras más que han desaparecido taladas por estos individuos sin escrúpulos. Incluso porque afectaban a líneas de baja y media tensión con alternativas -incluso de soterrado- mucho más sencillas. Pero, como siempre hace Unelco-Endesa y consienten con toda naturalidad nuestras autoridades, han optado por la solución más cómoda, económica y, en este caso, más criminal en beneficio exclusivamente del engordamiento desproporcionado de la cuenta de resultado.
Y yo no sé si todo esto es legal o no, ni me interesa la legalidad del tema lo más mínimo. Lo que sí sé es que si soy yo el que va a pedir el permiso porque la palmera se puede caer sobre mi casa y matar a mi familia, la respuesta del Cabildo de La Palma hubiera sido, sin la más mínima duda, que me buscara la vida y me cambiara de casa. A eso pónganle el cuño. Y, por qué no decirlo, la coñadita de la palmera me hizo coger un cabreito bastante considerable porque nunca pensé, con la edad que tengo y a estas alturas de la supuesta democracia, presenciar con mis propios ojos cómo algunos campan a sus anchas haciendo lo que les da literalmente la gana al más puro estilo de genuina república bananera de tres al cuarto.
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