Crisis del agua / Sin y con barreras.- Ramón Barreras Ferrán. Hace exactamente cinco años, la Revista "Crónicas de los Tiempos" publicó una carta elaborada por Ría Ellwarger, supuestamente escrita en el 2070. Las líneas son un justificado lamento. Escritas por un padre a su pequeña hija, recuerda los árboles, bosques y jardines, el disfrute del baño diario, el lavado de los autos con un chorro de agua salido de una manguera y describe, con ribetes dantescos, el panorama en ese tiempo: las personas usan toallas humedecidas con aceite mineral para limpiar la piel; todos los ríos, represas, lagunas y mantos acuíferos están agotados o contaminados irremediablemente, los campos son desiertos, las industrias están paradas, proliferan los asaltos callejeros a quienes lleven algo de agua y el 80 por ciento de la comida es sintética."Los científicos investigan, pero ya no hay solución posible", relata.Y subraya que "elementos del ejército custodian, fuertemente armados, las pequeñas manchas de vegetación que queda. No hay árboles ni plantas, no llueve y cuando ocurre alguna precipitación es ácida, las estaciones el año se han transformado… No escuchamos cuando advertían que había que cuidar el medio ambiente…, nadie hizo caso…" "¿Por qué se acabó el agua?... ¿podemos volver atrás?" La respuesta es lamentable: ¡¡¡No!!! Podría ser peor.
Comité Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) determinó recientemente en reunión efectuada en París, a partir de los aportes de miles de científicos de todas partes del mundo, que la temperatura aumentará en la tierra entre 1,8 y 4 grados antes del 2100. No obstante, algunos especialistas consideran que esos anuncios son demasiados conservadores y otros que están exagerados. Pero lo que nadie niega es que la especie humana o todos los seres vivos del planeta están seriamente amenazados. No obstante, ese grupo de expertos de la ONU advierte que aún no es demasiado tarde. "Es posible, técnica y económicamente, reducir la concentración de gas invernadero en la atmósfera", subrayan. Y explican que existen tecnologías capaces de frenar el cambio climático, el cual conlleva derretimiento de los polos, aumento del nivel del mar, tormentas, sequías, epidemias...
Un despacho cablegráfico fechado en Tailandia advierte, no obstante, que el aparente mensaje feliz "llega con un dedo que indica amenazante: el tiempo apremia". "Sin esfuerzos internacionales amplios, inmediatos y sin precedente -agrega--, la oportunidad de frenar las terribles consecuencias del cambio climático habrá pasado en pocos años". Estados Unidos, el mayor emisor de dióxido de carbono (CO2) en el mundo, y Australia, uno de los mayores contaminantes por habitante, se niegan a firmar el Protocolo de Kyoto, el cual regula la limitación de las emisiones de gas invernadero a la atmósfera. Ambos argumentan que su cumplimiento podría frenar el crecimiento económico. En la reunión de Bangkok de los últimos días, otro gigante, China, también estimó lo mismo. No debe olvidarse que el cambio climático ya es una realidad. Inundaciones y sequías. Mientras llegan reportes de inundaciones intensas en países del sur americano, la sequía se vuelve un flagelo para la mayoría de los países del mundo. "La Naturaleza anda loca, porque los hombres la han enloquecido y ella se venga", afirman ecologistas.
Desde Nicaragua y México las noticias llegan a ser alarmantes. Sin embargo, una comunicación por e-mail del periodista Enrique Watt desde Panamá da cuenta que hace varios días llueve intensamente en esa nación. Australia, varios países del este europeo y el sur de los Estados Unidos han activado la alarma roja por la escasez de humedad en los suelos y la disminución del nivel de los embalses y el manto freático. Cuba también figura en esa lista negra. A pesar de adentrarnos en el siempre lluvioso mes de mayo -también denominado de las flores- no acaban de aparecer las lluvias necesarias y el campo y los plantíos se resisten. Consecuencia del nefasto comportamiento de las temperaturas fue la disminución notable del rendimiento de la papa. A causa de la sequía se han atrasado programas de siembra y están afectadas no pocas plantaciones. Un grupo numeroso de fuentes y de abasto han colapsado.
En el territorio cienfueguero, esa situación se hace más grave hacia el occidente, o sea, en los municipios de Aguada, Rodas y Abreus. La deficiente floración para esta época ha originado una merma significativa en la producción de miel y otros derivados de la apicultura. Similar disminución ha tenido el acopio de leche en las unidades ganaderas por la casi inexistencia de los pastos naturales. Los ganaderos hacen esfuerzos muy notables para alimentar la masa de forma alternativa. Y todo eso ocurre en un país que mantiene una preocupación y ocupación constante por la preservación del medio ambiente. Pero si la conciencia no se generaliza en el mundo, no habrá alternativa: se acabará el agua, como sentencian en la carta supuestamente escrita en el 2070, y el mundo desaparecerá víctima de las guerras que no tendrán entonces como propósito adueñarse de yacimientos petroleros, como ocurre hoy en Irak, sino de las fuentes de abasto de agua que queden en franco desafío a la agresión mantenida por las generaciones precedentes, y que con seguridad, serán muy escasas.
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