Michel Balivo / Artículos de opinión.- (Ilustración de J. Kalvellido). A nuestro querido y buen amigo y hermano Jaume D´Urgell, valiente y honesto luchador en defensa de todas y cada causa justa y humanitaria, se le ha fijado fecha de juicio porque en sus propias palabras: “Como sabrás, durante una manifestación, el año pasado, escalé la fachada de la sede de los juzgados centrales del Contencioso Administrativo, en la Gran Vía de Madrid, y sustituí la bandera actualmente oficial de España (impuesta por las armas), poniendo en su lugar la que fuera oficial entre 1931 y 1939, la tricolor republicana, elegida en las urnas por el pueblo libre.
La policía me detuvo y ahora el asunto ya tiene fecha para el juicio, será el próximo día 4 de octubre (un jueves), a las 11:00 de la mañana, y se verá en el Juzgado de lo Penal número 5”. Pareciera que para la legislatura y los jueces crear condiciones para que una tercera parte de la humanidad muera al nacer, por desnutrición, falta de agua y aseo, enfermedades totalmente previsibles y/o curables. Bombardear y masacrar pueblos inocentes no amerita ningún tipo de correcciones, no presenta ningún hecho punible.
Pero doblar una bandera civilizadamente y cambiarla por otra elegida democráticamernte por el pueblo, se hace merecedor del premio de varios años de cárcel. Esa es la supuesta democracia por la que nos piden respeto. Yo lamento de corazón querido amigo no estar en capacidad de hacer más que una reseña de esto por lo que estás pasando, incluyendo amenazas de muerte a ti y a tu familia.
Pero les pido a todos los amigos que generemos conciencia en torno a este caso, que es el de todos y cada uno de nosotros en cualquier momento, y hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para que esta injusticia no se concrete impunemente una vez más. Porque es esta lucha de todos y cada día, de todos y cada uno de nosotros, la única que hará posible un mundo mejor para nosotros y las próximas generaciones.
De nada nos ha de servir escribir y hablar de revoluciones y humanismo si cuando se presentan estas circunstancias no hacemos un apretado cerco de corazones y hombros en torno a los amigos que nos necesitan, pues no tienen nadie más a quien recurrir, y en estos momentos, de no ser por nosotros, están solos y desamparados en el mundo. Solo nosotros somos sus hermanos, su familia.
Michel Balivo. (Ilustración de J. Kalvellido).
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