José Luis Valdés / Artículos de opinión.- La pérdida de las virtudes morales que nos han caracterizado como pueblo canario, ejemplo de honradez, de solidaridad, etc., de los cuales nos sentíamos orgullosos, es fruto en su mayor parte de la situación de desarraigo y el permanente bombardeo por los medios de comunicación incitando a un consumismo desmesurado y la propaganda y actitudes individualistas en contra de planteamientos humanistas y solidarios. La política en Canarias es el mismo reflejo del momento en que vivimos. En el actual momento histórico, la burguesía canaria ha llegado tarde al escenario político nacionalista y, por su dependencia de la burguesía española, lo único que plantea es ser socio fiel a la metrópoli. Por su debilidad política y por su subsistencia como clase, ha escogido ser socio menor del colonialismo español, el cual sólo le da migajas en el reparto del pastel político.
En cuanto al interclasismo político de algunos sectores del independentismo, ha llegado tarde al escenario político, sus inconsistencias ideológicas y sus vacilaciones de clase en una sociedad clasista, la convierten en un zigzag político de fácil manipulación externa e incapaz de enfrentarse a la realidad política y económica en que vive el Archipiélago.
A la lucha por la independencia hay que darle contenido de clase, la abolición de la explotación del hombre por el hombre, la construcción del socialismo. En otras palabras, se trata de imprimirle contenido social proletario a la lucha por la independencia.
Los partidos políticos, tanto CC como PP y PSOE, son los principales culpables del desarraigo y la situación deplorable en que actualmente se encuentra esta tierra.
Si sólo fuesen un poco honrados los gobernares y pusieran un poco de voluntad en Canarias, no existirían 400 mil pobres, la cesta de la compra más cara y el paro más alto que el del Estado español.
Esta más que demostrado que nuestras Islas tienen suficientes recursos propios e infraestructuras como para depender de nosotros mismos y mejorar con creces la calidad de vida de nuestra población. Tenemos los aeropuertos y puertos mejor equipados y con mayor capacidad de todo el continente africano.
Si nos concentramos en nuestra agricultura podemos más que quintuplicar nuestra exportación agrícola. Recibimos más de 12 millones de turistas anuales. Somos uno de los territorios del actual estado español donde más hoteles de cinco estrellas hay. Podemos abastecernos fácilmente de energía limpia y renovable (eólica, solar, mareomotriz, geotérmica y la procedente de la biomasa) sin necesidad de más centrales térmicas, y desmontando las obsoletas que ya tenemos, como son Jinamar y Las Caletillas. Además tenemos posibilidad de desarrollar tecnología propia en el sector de las energías renovables, pero es evidente que a Endesa no le interesa nuestro desarrollo en este campo. Podríamos tener una de las mejores flotas pesqueras del mundo, si no fuera por culpa de los partidos gobernantes del estado español y sus testaferros políticos canarios, así como una importante industria manufacturera asociada a este sector, que fue desmontada tras la entrada en la CEE por intereses de España, en contra de los intereses de Canarias.
CC-PNC, NC, CCN, llevan a las masas un mensaje demagógico oportunista, según el momento, de que es lo que hay que defender y como hay que defenderlo. Los trabajadores canarios no tenemos industrias, sólo trabajamos en ellas; no tenemos barcos ni frigoríficos ni fábricas de conservas. Estos medios de producción son propiedad de los capitalistas burgueses, por ese motivo se nos hace muy difícil la defensa y desarrollo de nuestros propios recursos.
Los canarios tenemos que desterrar el palabrerío demagógico y las consignas de la burguesía canaria, tenemos que levantar nuestra propia bandera de lucha dejando de ser títeres de la burguesía "nacionalista" y españolista de tipo autonomista-insularista y de la radical de fraseología interclasista.
El pueblo canario ha conquistado algunas batallas en lo social y en la defensa de nuestro territorio, y esta se manifestó en particular contra las torretas de Vilaflor, contra la reforma laboral, contra la guerra, etc. De todas maneras, todavía tenemos mucho por hacer, ya que la corrupción de una parte de los sindicatos, la traición de lideres obreros sin escrúpulos, la traición de la izquierda sucursalista, la represión del Estado y la patronal, la falta de conciencia de una parte del pueblo canario por culpa del complejo de colonizado, debilita y frena el surgimiento con fuerza de una identidad de izquierda patriótica anticolonial...
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