Agapito de Cruz Franco / Artículos de opinión.- El poder de lo local, el de las personas, y que la semana pasada se hizo notar en nuestros municipios frente al estatal, dominado por los partidos políticos, me hizo dirigir la vista hacia Cristiania en Copenhague. A quien como el que suscribe, le interesa el municipalismo y que considera que más allá de la urbe, en el territorio del Estado, no reina sino el silencio participativo, la Ciudad Libre de Cristiania es una rara avis que, en peligro de extinción, debemos conservar a toda costa. Todo lo contrario piensa el Primer Ministro de Dinamarca Anders Fogh Rasmussen y su Gobierno conservador, el cual, bajo la disculpa de la Ley y el Orden, pretende expropiar sus terrenos para proceder a edificar en ellos, en una gran operación urbanística. Cristiania es una comuna fundada en 1971 en Grey Hall -unas antiguas instalaciones militares abandonadas- por el movimiento contracultural hippy de la época inducido por los ideales de anarquía, amor, espacios verdes… Sus habitantes funcionan mancomunados con el fin de cubrir sus necesidades, respetan el entorno, deciden en asamblea de todos los vecinos –actualmente unos 800 en un espacio de 34 Ha- Pero en asambleas de verdad, donde las decisiones son por consenso y no por mayoría. No hay por tanto presidentes, ni alcaldes, ni gobiernos. Todos deciden. Esta ciudad libre dentro de un Estado, está exenta de impuestos y paga a la municipalidad el agua y la electricidad. Tiene sus propias normas y organización. Es una sociedad donde no hay leyes pero sí unas pocas prohibiciones: no a las drogas duras, no a la violencia, no al comercio con edificios. La venta de marihuana y hachís es legal y se puede adquirir a través de una docena de tiendas y puestos. Sin embargo son famosas sus campañas contra las drogas duras, esas que tanto proliferan en nuestras sociedades con miles de jóvenes pasados de rosca en las fiestas.
El 70% de los ciudadanos de Copenhague está a favor de que no desaparezca esta ciudad que reniega de los Estados-nación, enfrentada permanentemente a los valores tradicionales (paternalismo estatal, militarismo, multinacionales…). Un sistema éste, sin legitimidad para esta comuna anarquista que lleva el nombre del distrito donde se halla ubicada, Cristianshavn, y que a su vez debe su nombre al más importante de los Reyes daneses, Cristian IV (1596).
La llegué a visitar dos veces, la primera en 1976 apenas fundada y luego hace 3 ó 4 años. Actualmente, este experimento político-social peligra a causa de que Dinamarca quiere recuperar su propiedad como expresé al comienzo. Se enfrentan dos valores antagónicos, contrapuestos, y alguien, en plena era europea de ruptura de fronteras, debiera hacer algo al respecto.
Muy lejos este municipio libre del teatro que se desarrolla estos días en nuestros pueblos y ciudades. De esos pactos donde sus protagonistas se distribuyen la tarta municipal, como si sus áreas de gobierno fueran pequeños reinos de taifas. Intereses. Mientras, el pueblo observa el drama –o la comedia-, entre expectante, atónito y decepcionado. A veces da la impresión como si el final de la Liga de Fútbol se jugara en el Salón de Plenos de los Ayuntamientos. No en vano fueron correlativos ambos eventos. Las listas abiertas y la democracia directa aquí son una utopía. En Cristiania, una realidad que aún resiste…Creo que si en Dinamarca se enteraran de la composición de algunos Ayuntamientos nuestros se les pasarían las ganas de hacer desaparecer esta Comuna. Incluso algunos grupos de gobierno formándose en Canarias, podrían financiar un proyecto de investigación, para que algún grupo de cristianitas, llevara a cabo un proyecto de investigación socio-antropológica en nuestros municipios. Así, de la misma forma que los arqueólogos investigan las ciudades sumerias enterradas, intentaran averiguar ellos aquí, desde sus sociedad libre y avanzada, las claves de nuestra civilización electoral…
Al otro lado, Cristiania. Artículo de Opinión publicado por Agapito de Cruz en La Gaceta de Canarias, "Tribuna libre", pág 4 hoy 21 de junio de 2007.
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