Francisco Javier González / Artículos de opinión.- Cuando uno era un chinijo de pantalón corto que absorvía todo lo que le rodeaba y oía, gran parte de la sabiduría popular se expresaba a base de refranes. Algunos de los que recuerdo eran alusivos al florido mes en que estamos. Así, sabíamos que "agua en mayo, gofio pa'todo el año" porque, según nuestros magos, que entonces todavía plantaban en la Vega de Aguere papas y trigo de secano, a las cosechas les venía como "agua de mayo". Ahora, cuando en la Vega van arrinconando al mago y solo se planta piche y cemento, no solo no ha llovido en este mayo asirocado sino que nos han caido encima, con la calima saharaui y algun cigarrón del desierto, las Elecciones conocadas por el Gobierno Español.
Un análisis, lo más desapasionado posible, nos muestra la absoluta injusticia del sistema electoral que, entre la metrópoli y los caciques criollos, nos han impuesto a los canarios, sistema que, precisamente por estar destinado a asegurar la pervivencia del actual status, prima a las formaciones que ya tienen el poder o a aquellas que emplean el suficiente dinero para adquirirlo, todas ellas parte de esa clase política financiada y sostenida por un oscuro entramado del mundo de los "negocios" y la especulación.
Se que esto es así, pero en este mayo hay algo que quiero sustraer a ese análisis desapasionado. Al contrario, y sin dejar de ser objetivo, quiero poner en ello la pasión que solo nos suscita lo que consideramos como absolutamente injusto, lo absolutamente indigno e indignante. Sabemos bien que un sistema colonial, "per se", es corrupto y corruptor, como lo es, en general, todo poder sin el necesario control popular. Aquí, en esta heptainsulana patria nuestra, la corrupción nos ha alcanzado como una marea negra que ha dejado el alma del pueblo embreada e inerme, incapaz de ejercer ese imprescindible control. Solo así es explicable que, tras tragar años de carros y carretones de Aeromédicas, de fraudes del ICFEM, Fonsecas y Tindayas, robos con el REA y atracos con la RIC, Grandes Marinas y pequeños puertos, recalificaciones salvajes, destrucciones del medio rural, compras fraudulentas como la de La Favorita, UNELCOS, Teldes, Yaizas, Teguises, Las Olivas y Moganes, "operaciones" Doramas, Eolos, Faycanes, empresarios y ediles entrando y saliendo de juzgados....hasta llegar a este último brutal saqueo, probado y comprobado, de Las Teresitas, sigamos como pueblo soportando este régimen colono-criollal corrupto y corruptor. ¿Cómo puede entenderse que los Soria, los Zerolos, los Arroyos......y toda una caterva política, menor pero probadamente corrupta, pueda alcanzar, no solo representación popular, sino incluso probables mayorías?. Cuando oigo y leo que el Presidente "in pectore" de esta Comunidad Colonial, Paulino Rivero, nos dice a los canarios que la sentencia del Tribunal Supremo sobre la golfada sin nombre de Las Teresitas es solo "un error administrativo", que ha sido usado aviesamente contra Zerolo pero que lo que logrará es "que el pueblo le de una mayoría absoluta", siento la verguenza de que esta gente se autoreclame como "nacionalistas" y que pretenda usar, como propia, una bandera, aún limpia, que reclama libertad como la de nuestras siete verdes estrellas.
Como decía, este mayo no ha venido con su agua. Ha venido con siroco, calima, elecciones, corrupción y, al menos para mi, con la verguenza de entender en carne propia lo que significa ser parte de un pueblo colonizado, expoliado...y, desgraciadamente, sumiso. Pero tras de mayo vendrá junio. ¿Seremos capaces los nacionalistas reales de organizarnos y romper esta sumisión? Recordemos al gomero Pedro García Cabrera "A la mar fui por naranjas/ cosa que la mar no tiene/ Metí la mano en el agua/ la esperanza me mantiene"
Comentarios