Orestes Martí / Artículos de opinión.- El X Festival de Chinos de Ultramar tendrá lugar del 30 de mayo al 3 de junio de 2007, en La Habana, y en él participarán representantes de cinco provincias de China y descendientes de inmigrantes chinos que actualmente residen en Canadá, Estados Unidos, Perú y Francia. El Festival toma como base la conmemoración, por parte de la colonia de los inmigrantes de China en Cuba -en la actualidad, unos 400 aproximadamente- y de sus descendientes [1], el 160 aniversario de la primera llegada de sus ancestros a Cuba, en fecha tan lejana como el año 1847 [2], cuando la fragata española "Oquendo", llevó al archipiélago cubano desde Cantón (China), a aquellos primeros 206 chinos, muchos de los cuales llegaron en condición de "culíes" [3].
Hay que contextualizar que entre los años de 1840 y 1842 China había atravesado por la llamada "Guerra del Opio" [4]. Finalizada aquella contienda bélica tuvo lugar un éxodo de "culíes", como mano de obra barata hacia otros países. En el período 1842 - 1855 se produjo un fuerte impulso al intercambio comercial de China con diferentes ciudades situadas en las costas del Océano Pacifico, especialmente California, en la costa occidental de Norte América, mientras que en el continente asiático comenzó una ola migratoria hacia el sur para trabajar en las minas. Además, como consecuencia de la escasez de tierras cultivables, tal migración salió, también, hacia el exterior, viajando a California, América del Sur -Perú, Brasil y la Guyana Británica- así como hacia el archipiélago cubano.




No fueron los únicos que llegaron a la mayor de las Antillas en condiciones de esclavitud o semiesclavitud, puesto que como es sabido, la llamada "población de color", constituida por los esclavos y los negros y mulatos libres llegó a ser mayoritaria en Cuba a fines del siglo XVIII, debido fundamentalmente a la entrada de decenas de miles de esclavos africanos. Por ello, desde fines del siglo XVII hasta el año 1791, es decir, en menos de 100 años, la población en el archipiélago cubano aumentó en 200 mil habitantes [5] . Por otra parte, la Real Orden del 20 de mayo de 1837, favoreció la emigración canaria a Cuba. Pero esta corriente migratoria, favorecida primero por la Junta de Fomento de La Habana y después por la Real Sociedad de Amigos del País, empezó más tarde a ser explotada por los traficantes de esclavos. La trata de negros, cada día más difícil, se fue sustituyendo por un "enganche", también inhumano, de agricultores gallegos y canarios, mediante unos contratos durísimos. A tanto llegó la ignominiosa explotación, que los canarios que ya residían en Cuba fundaron en 1872 la Asociación Canaria de Beneficencia y Protección Agrícola [6] para poner fin a tales abusos y socorrer a los paisanos que llegaban engañados por los agentes del vergonzoso tráfico.
Tras el arribo a Cuba de los primeros "culíes" en el siglo XX se produjeron varias llegadas masivas de chinos que conformaron una apreciable comunidad y fundaron "el barrio chino" de La Habana, que se destaca hoy por ser un creciente centro cultural y comercial. La comunidad china cubana llegó a ser una de las más prósperas e importantes de América, y sus miembros se agruparon en asociaciones -fraternales, regionales o comerciales-, de las cuales subsisten 13 y algunas de ellas con más de un siglo de existencia. El Grupo Promotor del Barrio Chino de La Habana, entidad estatal fundada en 1994, se encarga de la remodelación del "barrio chino", ubicado en el corazón de la Habana, a escasos metros del Capitolio. El barrio, de unas 29,5 hectáreas, constituye un orgullo urbanístico y etnológico para la ciudad y constituye un punto de atracción turística, que cobra auge básicamente por las ofertas gastronómicas de sus restaurantes, en los cuales laboran "chefs" de cocina llegados de China. La entrada del Barrio Chino está delimitada por un pórtico de 13,5 metros de altura [7].
El Festival Chino de este año se va a producir en un marco que coincide con una etapa superior de vínculos de amistad, colaboración y respeto mutuo entre los gobiernos y los pueblos de Cuba y China e incluirá exhibiciones de trajes típicos, festivales culinarios y demostraciones de artes marciales, así como estrenos de documentales, ópera, teatro de sombras y presentación de multimedia, de acuerdo con los organizadores y la información brindada por las agencias de noticias y otros medios de comunicación de ambos países. También ha sido anunciada la presentación del libro "Nuestra Historia aún se está escribiendo", de los estadounidenses Martin Koppel [8] y Mary Alice Waters [9], en cuyo texto explica las causas del asentamiento de aquellos pobladores asiáticos en América.
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