Francisco Javier González / Artículos de opinión.- Los gringos han puesto de moda el fenómeno "neocon", el ala más radical de los teóricos del imperialismo furibundo que practica la administración Bush. Se hace dificil entender que intelectuales que en su juventud estuvieron, teóricamente, alineados con una izquierda progresista, como los supuestamente troskistas Schwartz , Podhoretz o Irving Kristol -pontífice máximo de las ideas neocon-, o pretendidos excomunistas como Koestler, hayan sufrido tal transformación ideológica, tal desplazamiento hacia la derecha del espectro, que han derivado desde el rojo hasta más allá de los confines del ultravioleta, extremo derecho de la luz visible, pero en el imperio del Mackartismo y el dólar, en "el vientre del monstruo" que decía Martí, estas cosas son posibles, suceden. Lo malo es que, como los virus, "esas cosas" se pegan, se propagan allende las fronteras del imperio. Veamos si no el tránsito de la extinta URSS a la CEI del Yetsin y a la Rusia del Putin (¿o será Putín?) & Cía. Ltda.
Las vías de propagación de la infección neocon son los "Tink Tank", laboratorios de ideas y elaboradores de la estrategia y las tácticas para la obtención del poder, ideas y tácticas que unos adecuados medios de comunicación, perfectamente controlados, se encargarán de inocular luego al cuerpo de la sociedad. Una de las características de estos neoconversos, desertores fugitivos del pensamiento humanista y del progreso social pasados a las filas de la reacción, perfeccionada al máximo en esos laboratorios de ideas, es el uso de la metira como instrumento, con técnicas del más puro estilo nazi. Ante ellos Goebbels no pasaría de la categoría de aprendiz. Estaría hoy en un think tank gringo, estudiando la manipulación de la realidad capaz de convertir a un ejército ruinoso y cuasi desarmado como el irakí husseiniano, en un "peligro universal" dotado de las más sofisticadas armas de destrucción masiva, refugio de todos los terroristas que en el mundo eran y con la intención y la capacidad de destruir la sociedad yanquee y , si preciso fuera, toda la occidental por el mero hecho de ser portadora de valores como la democracia y la justicia.
En las periferias del imperio como la España aznarista, la derecha, que conserva aún las ínfulas imperiales de cartón piedra construidas en la larga noche del franquismo, se apuntó con entusiasmo a la ola protofascista del pensamiento -es un decir- neocon. Refundieron su media docena de fundaciones en la FAES e impulsaron el Real Instituto Elcano de estudios internacionales y estratégicos, todo ello como caldo de cultivo para el virus neocon y, al igual que en el caso gringo, se preocuparon, y mucho, de la batería de plumíferos y medios controlados por la refortalecida derecha extrema carpetovetónica, medios con capacidad para difundir cualquier tipo de patraña que les sirviera para regresar al poder. Aparecen aquí la COPE -o la Conferencia Episcopal, que tanto da, - Libertad Digital, La Razón, El Mundo o TeleMadrid y, como si fuera norma sine qua non, entre la nomenclatura neocon de estos medios encontramos, como entre los yanquis, algunos pseudointelectuales que han ido desplazándose desde el rojo hasta ese ultravioleta neocon. Así, ahí están el inefable Federico Jimenez Losantos, que lleva a su cargo "Las Mañanas" de la Cope y dirije, aunque no es periodista, el periódico "Libertad Digital" y la TV del mismo nombre, militó en el PSUC cuando estudiaba Filología Hispánica, el "ilustre historiador" Pío Moa que fue miembro del PC(r) y del GRAPO, o algún pseudoácrata como Fernando Sánchez Dragó.
El panorama cambia cuando llegamos a las colonias de la periferia. Aquí el sistema tiene, de antiguo, una larga práctica en el uso de la tergiversación de la realidad para mantener el dominio colonial, dominio que, al sustentarse en el apoyo consciente de las clases dominantes, tiene, a la vez que la connotación colonial, un claro contenido de clase. Así, en Canarias, desde las instancias oficales o los "intelectuales" a sueldo -en las colonias siempre abundan y son baratos-, al sistema educativo o a la totalidad de los medios de comunicación -aquella prensa que Secundino calificaba como "venal y asalariada"- con su papel de difusión de las mentiras oficiales, son elementos imprescindibles para la perpetuación de la dominación colonial. Basta poner como ejemplos la difusión de mitos como la desaparición total de la etnia guanche -lo que nos convierte de facto en "españoles de pura raza"-, la negación permanente de nuestra realidad de Archipiélago Africano o la idea de "que sin España no podemos vivir". En Canarias no hay, para eso, "neocons". Todos los que no se oponen frontalmente a la explotación colonial son , simple y llanamente, "CONS", imprescindibles para el automantenimiento del sistema. No podemos, sin embargo, olvidar los aspectos estrictamente sociales, aquellos que en la metrópoli separan, por ejemplo, a los neocons del PP de la socialdemocracia en cualquiera de sus variantes, separación que se reproduce en la colonia y se superpone a la contradicción principal, la colonial. Un análisis somero de las actuaciones en el Parlamento autonómico, que los "neocon coloniales" convierten en Parlamiento por su utilización descarada de la manipulación y la mentira, obliga a colocar en este bloque desde el PP a los supuestos "nacionalistas" de CC y sus adláteres menores.
Algo nos faltaba para concederles a este conglomerado la patente de "neocon coloniales" y era encontrar los políticos que efectúen la trnasmigración desde el rojo. Digo desde "el rojo" específicamente porque, desde su nacimiento, esa especie de Sociedad Ltda. para el mantenimiento de la dependencia, que es Coalición Canaria, se ha encargado de fagocitar a muchos compañeros que en su día lucharon por algo más digno que una Coalición de Constructores. Tenemos ejemplos muy variados para ilustrar este reglón, desde los excomunistas como José Carlos Mauricio, delfín carrillista, y Juan Manuel García Ramos, o mi antiguo compañero del PTC y del FREPIC, Alberto Talavera, que tiñeron de verde "nacionalista" el rojo originario, pero, sin duda, los ejemplos más logrados, son los de Melchor Núñez -primo hermano mío- que pasa desde la OPI del PCE al PUCC -de la época en que esta organización se enfrentaba a los que plantebamos una semana Pro-Amnistía para los presos independentistas-, del PUCC-MIRAC al PSOE, del PSOE a CC y ahora es el "hombre fuerte" del CCN de Ignacio Glez y Olarte para La Laguna, o mi antiguo compañero del PRAIC y FREPIC, Pedro Medina Calero, que pasa a ICAN dentro de CC y termina también ese viaje a la derecha españolizante dentro del CCN, un CCN que está gastando ingentes cantidades de dinero y propaganda al más puro estilo gringo para garantizar sus cotas de poder.
Los gringos pueden ser "neocons" en serio. Para ello se han gastado, hasta hoy, en la guerra de agresión y destrucción de Irak unos 600.000 millones de dolares, lo que equivale a 4 veces la deuda externa de los 15 paises más endeudados o seis veces el PIB de los 70 más pobres del planeta, 250 veces la ayuda anual total de la UE a los paises africanos o 250 veces el presupuesto de educación del Estado Español. Los españoles se quedan en monaguillos de neocons, válidos para andar por casa o para servir de comparsa en las Azores. Aquí, en la colonia, son simplemente eso, tristes neoco....lonizados.
Francisco Javier González
Comentarios