Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Yo digo, bajo mi estricta responsabilidad, que los individuos que han diseñado, junto los que han aprobado en el día de ayer en el Cabildo y los responsables políticos de al menos Güímar, Fasnia y Arico; deberían ser vigilados muy estrechamente como individuos auténticamente peligrosos, capaces de tratar a esta tierra con un desprecio propio del más genuino enemigo que uno se pueda imaginar en la peor de nuestras pesadillas.
Y es que, tradicionalmente -o al menos en las últimas décadas-, el Sureste de Tenerife ha sido tratado con el más absoluto de los desprecios por parte de los grandes planificadores y allí, muchas veces sin la más mínima consideración, se han llevado a cabo las mayores barbaridades.
Es el caso de gran parte de las industrias de extracción de áridos a cielo abierto, las dos centrales térmicas, todo tipo de granjas industriales sin los mínimos controles en muchos de los casos o el gigantesco vertedero al que ha ido a parar toda la basura de la Isla, al municipio que sólo genera el 1% . En los últimos años la cosa se ha agravado cuando muchos, entre ellos Eladio Morales, han decidido acabar con bancales y pendientes para aplanarlo todo a fin de mamarse las subvenciones para sembrar viña, hasta el punto de que en esta última cosecha ya muchos pequeños productores se han visto obligados a regalar literalmente la uva por el exceso de producción que está ocasionando esta disparatada política, que sólo favorece a cuatro constructores o belillos con perras.
A su paso por Agache -en Güímar-, por Fasnia, por todo Arico y por parte de Granadilla, el trazado del tren del Sur representa sencillamente una nueva autopista con raíles y catenarias. Una nueva autopista que no sólo no tiene nada que ver con la existente, porque no va paralela a la misma, sino que es mucho más impactante porque representa una gigantesca trinchera de decenas de kilómetros. En gran parte de este trazado, que no respeta para nada orografía, se afecta a importantes zonas de alto valor natural y cultural que son tratadas con el más absoluto de los desprecios por parte de los que han diseñado esta aberración
Y nosotros no vamos a entrar ahora en lo que representa la coña esta de introducir trenes de alta velocidad en islas, relativamente pequeñas, lo que a ninguna mente calenturienta se le había ocurrido nunca antes en lugar del mundo alguno de similares características. Bueno, hace unos años que una iniciativa legislativa popular proponía un tren, normal, hasta el Valle de la Orotava, una cosita que parecía bastante racional, pero los políticos no le hicieron el más mínimo caso. Melchior dice que cuando consiga darle la vuelta a la Isla con un AVE, lo que le costará 10.000 millones de euros (un millón setecientas mil pesetas por habitante, que imagínense ustedes cómo se le deben estar afilando los dientes a algunos), habremos conseguido el pleno empleo y el fin de todos nuestros males. Casi lo mismo que nos vendió con el tranvía que ahora no se atreve a inaugurar por lo que pueda pasar. Por no atreverse no se atreve ni a decirnos seriamente lo que piensa hacer con las guaguas después de tanta planificación.
Claro que con ese dinero invertido en desarrollo agrícola, ganadero, calidad turística, industrias, energías renovables, sanidad y formación de nuestra gente, acaso no tendríamos pleno empleo, no sé, pero tendríamos una Isla a la que visitarían de todas partes del mundo por modélica en términos de desarrollo sostenible. E independientemente de eso -y por poner un ejemplo estúpido- el otro día el Gobierno de Canarias inauguraba, como gran novedad, una especie de ventanilla única en el edificio de usos múltiples de Santa Cruz. La coña consiste en que usted en la planta cero puede resolver o informarse de asuntos que, hasta ahora, estábamos obligados a subir al departamento correspondiente de la planta que fuera en el mismo edificio. Claro que para una persona que vive en Santiago del Teide, me dirán ustedes qué coño más le da, después de haber hecho 90 kilómetros para llegar a Santa Cruz, subir a la cuarta o a la sexta planta en el ascensor. ¿Por qué no se ponen cuatro o cinco ventanillas de éstas, aprovechando las nuevas tecnologías, en cada comarca para resolver cualquier tipo de asunto administrativo?
Ese es, seguramente, el principal problema de movilidad que tenemos en esta tierra, lo que consigue tener atascadas las carreteras una buena parte del día, que para hacer una gestión, como comprar una casa, aquí has que ir a seis o siete oficinas distintas -o pagar para que alguien vaya por ti- cuando, en los países sensatos, se resuelve todo de un viaje o por internet. No digamos nada el tema sanitario y los miles de personas que están movilizadas días enteros para una simple prueba o tratamiento por cosas serias o por la machangada más grande que uno se pueda imaginar. Lo del trenecito por el sureste es un crimen. Y si hace falta ese trenecito porque alguien está tramando lo que quiera que sea, que no ha tenido a bien explicarnos, todo proyecto de esas características por esa zona debería ir integrado en una remodelación de futuro también de la autopista, junto con el tan cacareado corredor de servicios que nunca aparece por ningún sitio. Un estudio y un proyecto serio que no implique un desastre de esa naturaleza sino que, aprovechando o sirviéndose del daño que ya está hecho, y que por otra parte es inevitable, ofrezca no sólo soluciones de futuro para la autopista sino que no se haga un destrozo mucho mayor abriendo una nueva trinchera de características mucho más devastadoras al adentrarse por zonas 50 o 100 metros hacia las medianías, alejándose de la costa, por unas trincheras nunca antes vistas por aquí.
Porque lo que parece totalmente indecente es que cuando el trenecito pasa por determinadas zonas, como se observa en los planos que ofrece el Cabildo a día de hoy, donde algunos potentados tienen sus intereses -como en zonas de canteras de Güímar o por el polígono de Granadilla o por el polígono de Las Eras- se pegue literalmente a la autopista mientras por los espacios de más valor natural u agrícola de ese Sureste se pierda el trazado de la autopista para arrasar por todo. Y debería haber alcaldes, o quien sea, que levante su voz contra este proyecto y este diseño por agresivo y por respetar al rico para machacar al pobre y a lo más valioso de nuestro entorno. ¿Les suena a ustedes de algo este tipo de políticas en infraestructuras? Nada nuevo bajo el Sol.
Por cierto, que el PSOE de la mano de Martinón y del Guerrero -y con el consentimiento de Santiago Pérez, supongo- dieron una rueda de prensa esta misma semana para decir que habían descubierto, después de concienzuda investigación, que había informes negativos a ese trazado por parte del Gobierno de Canarias. Horas tardaron en levantar la mano a favor del proyecto, como siempre hacen, en el pleno del Cabildo para, además, pedir que se ampliase a tierras de Polanco y a hasta otra magnífica obra que nos prometen estos sociolistos, como es el puerto comercial de Fonsalía. Que si usted le pregunta a cualquier pescador lo que piensa del valor de esos fondos que se van a cargar también en Guía de Isora te puede estar hablando del tema como un par de horas por la importancia que les dan. Y luego se molestan cuando uno dice que son unos cantamañanas.
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