Información alternativa / Bentayga.- "...Si creéis que ahorcándonos podéis acabar con el movimiento obrero... el movimiento del cual los millones de oprimidos, los millones que trabajan en la miseria y la necesidad esperan su salvación, si esa es su opinión, ¡entonces ahórcanos! Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de ustedes, frente a ustedes, y por todas partes, las llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar...." Albert Spies (ejecutado en Chicago el 11 de noviembre de 1887)
Breve historia
El 1º de mayo de 1886, en la ciudad de Chicago, 80.000 trabajadores salían a la calle, reivindicando las ocho horas de trabajo. Al día siguiente, 350.000 trabadores se unían a esta manifestación en todo los Estado Unidos, iniciándose una huelga que afectó a más de mil fábricas. El 3 de mayo comenzó, con la muerte de un huelguista y docenas de heridas y culminó días más tarde, con el ajusticiamiento de los ocho trabajadores conocidos por los mártires de Chicago. El capitalismo naciente norteamericano tuvo después que ceder ante el empuje de las masas obreras de país. Tres años después, en 1989, la Segunda Internacional establecía la fiesta del Primero de Mayo, que se iba a celebrar en todos los países del mundo.
A lo largo de estos años, el 1º de Mayo no solo representa la lucha de los trabajadores del mundo entero, sino que en cada país significa que, las masas trabajadoras toman conciencia de los problemas actuales de cada país y los reivindican con la lucha colectiva en ese día en cada uno en sus continentes y países respectivos. Los trabajadores de los países colonizados, a lo largo de estos años, han aprovechado este día para reivindicar sus justos y legítimos derechos nacionales, pues mientras sus patrias sigan colonizadas y sus economías controladas por multinacionales, todo lo que obtengan serán puras limosnas de los colonialistas, que se las pueden quitar en cualquier momento.
Actualidad
Actualmente, en todo el territorio del Estado español, nos encontramos con que el gobierno y las centrales sindicales CC.OO., UGT. y la organización de los representantes de los empresarios, CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), van negociar unas reformas de la legislación laboral. Reformas que creemos que van a resultar muy negativas para los derechos e intereses de los trabajadores. Mucho nos tememos que, a igual que han hecho en otras ocasiones, a quien realmente van a beneficiar es a los empresarios, y no a los trabajadores. Pretenden, entre otras medidas legislativas antisociales, abaratar las indemnizaciones por despido (hacer el despido de los trabajadores mas barato para las empresas).
A estas medidas hay que añadir la llamada "Directiva Bolkenstein", una ley europea que está en marcha. Dicha ley pretende dos cosas. Una es obligar a la privatización de todos los servicios públicos. La otra es implantar el llamado "principio del país de origen", que supone que si una empresa se domicilia (sólo para el papeleo) en un país europeo (pongamos algunos con muy pocos derechos laborales, como Lituania o Polonia) para que la legislación laborable aplicable en cualquier otro país (pongamos Canarias) sea la de ese país "de origen", perdiendo todos los derechos recogidos en las leyes, seguridad social, etc. Esta ley europea entrará en vigor a partir de 2006.
Además, muchas trabajadoras y trabajadores están en unas condiciones de precariedad laboral vergonzosa, sometidos al chantaje permanente de muchas empresas, pues los contratan y luego no les respetan las condiciones contenidas en el contrato de trabajo firmado entre las partes. Les hacen trabajar horas extraordinarias y luego no se las pagan; les hacen firmar finiquitos en blanco antes de comenzar a trabajar; los amenazan con no volverlos a contratar si protestan o denuncian las irregularidades e ilegalidades de la empresa con respecto al cumplimiento de los contratos de trabajo; a muchos no les dan vacaciones anuales o la parte proporcional que les corresponde; y un largo etcétera de abusos. Y todo ello se hace aprovechándose de la legislación laboral y social que actualmente existe. Y del numeroso ejército de parados que hay, tanto de trabajadores canarios como inmigrantes y venidos de España y de toda Europa (que también sufren los abusos de muchas empresas).
En Canarias, los trabajadores cobramos salarios y pensiones bajísimos, muy por debajo de la media de los salarios que cobran los trabajadores en España. Los salarios de la mayoría de las trabajadoras y los trabajadores canarios no alcanzan, en cientos de miles de casos, para que una familia pueda cubrir sus mínimas necesidades durante el mes. La pérdida de poder adquisitivo de los salarios durante estos últimos veinte años y el encarecimiento de la comida, la vivienda y las hipotecas, están haciendo insufrible la vida de muchas familias trabajadoras con salarios bajos y medios. (Lo que es conocido ya como: De la hipoteca a la tumba)
Tenemos un sistema sanitario que es de vergüenza. Todavía seguimos con el mismo problema de las listas de espera, tanto para ser atendidos por los especialistas de medicina interna de los hospitales como para ser operados.
La administración de Justicia en Canarias es para echarse a llorar. En todas las jurisdicciones (penal, social-laboral, civil y contencioso administrativa) tardan hasta años en celebrarse los juicios y en dictar sentencias. Igualmente ocurre en la resolución de los recursos judiciales ante el Tribunal Superior de Canarias, ante el Tribunal Supermo y ante el Tribunal Constitucional.
Este gobierno y los anteriores no se han preocupado nunca de solucionar el problema de la sanidad ni de la administración de justicia. Les preocupa mas gastar el dinero en comprar armamento y en operaciones militares que en solucionar los problemas reales y cotidianos de los ciudadanos.
Añadamos a eso la falta de viviendas sociales y de protección oficial. Hace años que los planes de construcciones de viviendas sociales se han parado, mientras miles de familias carecen de vivienda y malviven pagando alquileres abusivos o hacinados conviviendo con sus padres.
El número de trabajadores desempleados aumenta cada día en Canarias. Con una creciente inmigración, sobre todo española y europea, el reducido espacio geográfico de las islas, la escasa capacidad productiva de los sectores de servicios (hostelería) e industrial, y el casi abandono de la agricultura de consumo interno de las Islas, el panorama social en Canarias, ahora y para un futuro próximo, es bastante negro.
Si a todo esto le añadimos que los partidos políticos que tienen que defender al los sectores sociales mas débiles de nuestro pueblo hace años que “están en otro mundo”, enfrentados por aquello de “quítate tú para gobernar y mamar yo", y si las grandes Centrales Sindicales también están dándose codazos unas a otras, muy mal se presenta el futuro de los sectores sociales más sufridos de nuestro pueblo.
O las trabajadoras y los trabajadores nos unimos, nos organizamos y luchamos juntos por lo nuestro como un sólo bloque, o la situación social va a ir a peor para nuestros derechos y para nuestros intereses. Los ricos van a ser más ricos y los pobres van a ser más pobres. El sistema sanitario público y la administración de justicia van a ir a peor. Y el paro va a aumentar.
Ante todo este panorama, tenemos que decir que los trabajadores tenemos la última palabra, pues nadie nos va a solucionar los graves problemas que de forma colectiva nos están afectando y nos seguirán afectando de forma creciente cada día que pasa. De nosotros depende que el futuro sea de otra manera.
Comentarios