Francisco Javier González / Artículos de opinión.- En la Aguere de mi niñez -como en toda Canarias y como en la misma Metrópoli- todos éramos niños de misa dominical en latín formados en fila tras el docente de turno que nos pasaba lista previa; de cantos matutinos del "Caralsol" brazo en alto antes de entrar a clase; de padrenuestros y avemarías tras entrar; de "el espíritu que impera de Isabel y Fernando" que nos enseñaba que "moriremos besando la sagrada bandera" -la suya, por supuesto-; de catafalcos enlutados en el medio de la iglesia en Semana Santa donde el cura de rigor (en mi caso, el Padre Chacobo, aunque no se de quién era "padre") te espetaba "arrepiéntete pecador que ahí terminarás" por si no hubiéramos sabido el significado del "pulvus eris et in pulverum reverteris" con que nos encenizaban cuando mirábamos el interior vacío del negro ataúd que remataba al catafalco; de primeras comuniones obligatorias con traje de marinerito, rosario, misal de nacaradas tapas y un admonitorio "no muerdas la hostia y no comas nada desde la cena que son pecados mortales y vas al infierno", para rematarla con el esperado, escaso y comunal chocolate con bizcochón casero.
En esos días infantiles me enteré, sin enterarme, mediante los cuchicheos captados en el seno familiar que cesaban cuando aparecía "el niño", de que tenía algún tío preso "en los salones" y en Gando, y alguno en un país de las películas llamado México. Tardé muchos años en saber que México, Brazil y Venezuela era para mis tíos el exilio y muchos más en saber las razones del mismo, como en saber porqué durante años mis padres no pudieron ir al cine para no levantar el brazo al empezar el "NoDo" o porqué no me dejaban entrar al cuarto donde mi padre y algunos familiares oían aquella enorme radio PYE con una larga antena de cobre tendida en el patio para que no se viera desde la calle, o porqué había una gran lata llena de libros enterrada en el suelo de tierra bajo un descansillo de escalera, o el porqué de un cura lagunero, profesor de religión, que llevaba pistola bajo la sotana.
Todo aquello era algo de lo que no teníamos conciencia, algo oscuro, superpuesto a nuestro mundo infantil, hecho de escopetas de caña, tiraderas de neumáticos de camión, de cochitos de juguete hechos de verga, latas de sardina y ruedas de suelas de lona, de matinées dominicales de tres jornadas, de soldaditos y altares de plomo con los que hacer domésticas guerras o misas, de pelotas de trapo con empedradas calles como campos de fútbol, de boliches de barro....Era un mundo compartimentalizado por barrios que dirimían sus diferencias en bulliciosas guirreas, pero siempre a la suficiente distancia para que las pedradas no causaran nada más serio que algún chichón. Un mudo ruidoso, pero sin permiso para preguntar ni posibilidades de que nadie nos respondiera.
Era el fascismo.
Los chinijos nos dividíamos por barrios casi cantonales y enfrentados, pero la división adulta era mucho más profunda y peligrosa que nuestras guirreas a la pedrada. Se había cimentado en muertos, sangre y lágrimas. Unos eran los "rojos", obligadamente callados, enmascarados por el miedo, lamiendo sus heridas y llorando en silencio sus presos y muertos sin que siquiera los hijos tuviéramos idea del porqué del sufrimiento y el temor. Otros eran los "nacionales", prepotentes y orgullosos, que erigían lápidas en las paredes de todas las iglesias y monumentos en las plazas a sus "caídos por Dios y la Patria" -su Patria- desfilaban con camisas azules de acangrejado pecho todos los 20N, sacaban sus tropas a la calle todos los primeros de abril a celebrar la victoria sobre el "cautivo y desarmado ejército rojo", llamaban San José Obrero al 1º de Mayo a la vez que daban paga doble a los obreros cada 18 de julio para que celebraran la “gloriosa fecha”. Eran los dueños del poder, de la riqueza y, sobre todo, de la fuerza que inspiraba el miedo a los demás. Canarias para ellos no existía y llamaban a la "madrastra arbitraria" de Secundino la "Madre Patria" que caminaba "por el Imperio hacia Dios".
Era el fascismo
Contra ese fascismo español luchamos duramente durante años y, aunque debilitamos y mucho su fuerza, tuvo que morir el enano dictador para ver una luz de cambio. El fascismo cedió, pero solo lo suficiente para dentro de un ropaje pretendidamente democrático y dando cancha a la formación de partidos políticos -hasta ese entonces prohibidos- conservara intactas sus posesiones más preciadas: el poder, la riqueza y la fuerza y, con esa fuerza seguir imponiendo el miedo. Es la explicación de que se institucionalizara una monarquía con un rey designado por el fenecido dictador, de que se mantuvieran las prebendas y privilegios de la Santa Sede y sus representantes de la Conferencia Episcopal, de que no se separaran de la judicatura a los jueces fascistas que formaban los negros Tribunales de Orden Público ni a los fiscales implicados en la defensa del régimen, de que asesinos declarados como Matutes continuaran en los cuerpos policiales, de que los nombres de los golpistas sigan campeando en las placas de nuestras plazas y calles......y de que a nadie se le exigieran responsabilidades por aquellos años terribles de cárcel y muerte para unos y de absoluta ignorancia para los que entonces no podíamos hacer preguntas y de represión brutal cuando luego empezamos a preguntar.
Es el fascismo
Sigue siendo el fascismo el que cuando, de acuerdo a sus propias leyes, Iñaki de Juana Chaos había cumplido su condena tras 18 años de prisión y debería ser excarcelado el 25 de octubre del 2004, el denominado "Partido Popular" -terrible ironía que Secundino denominara así al que en el XIX defendía a la clase obrera y a la emancipación de Canarias- pone en marcha los mecanismos de presión de sus medios de comunicación, en especial "El Mundo", la "COPE" y "ABC", para crear una alarma social que impida esa excarcelación y puesta en libertad. Se inicia entonces la revisión e impugnación de las "redenciones de condena" concedidas a Iñaki de Juana que logran, al suprimir la Audiencia Nacional las redenciones del 2002 y del 2003, mantenerlo en prisión diez meses más postergando su puesta en libertad para el mes de agosto del 2005, pero, también cediendo a la presión del fascismo, el entonces Ministro de Justicia, Juan Fernando López de Aguilar, manifiesta públicamente en julio del 2005 que "construiremos nuevas imputaciones para que no salga a la calle". Tres días después el Juez de la AN Santiago Pedraza anuncia que no ve motivos de procesamiento y la subsiguiente puesta en libertad, pero el 6 de julio, otra vez el Ministro de Justicia López de Aguilar, tras declarar que “haremos todo lo posible para evitar excarcelaciones prematuras” hace público que “de Juana Chaos ha presentado desde la cárcel indicios de continuar vinculado a ETA”. Al día siguiente el Juez Pedraza revoca la orden de libertad y la Sala Primera de la Audiencia Nacional, eficaz sucesora de los TOP, ordena el procesamiento por supuestos delitos de “pertenencia a banda armada” -por el que ya había sido condenado y cumplido prisión- y “amenazas terroristas” Así fue como el fiscal Ignacio Gordillo, aplicando esa especial justicia ad hoc española, solicita una condena de 69 años por supuestos delitos cometidos en dos artículos publicados en "Gara" en diciembre del 2004 protestando por su no excarcelación, de los que el propio juez de la AN había solicitado el archivo por no observar tales delitos. Rebajada la petición fiscal y condenado a doce años y siete meses por las supuestas amenazas. De Juana se declara en huelga de hambre. Revisada la pena al suprimirse la pertenencia a organización terrorista por ya juzgada, se le reduce la condena a tres años de los que lleva cumplidos prácticamente dos.
Sigue siendo fascismo.
Ahora, cuando por las consecuencias físicas de la terrible huelga de hambre y, evidentemente también por consideraciones políticas perfectamente entendibles, el gobierno español decide el cumplimiento del resto de la condena en segundo grado penitenciario el fascismo vuelve a mostrar su cara más brutal, más negra y más cínica. El PP, cuya plana mayor de los Aznar- el de las Azores- los Rajoy, Zaplanas, Aceves…, fascistas reconvertidos a pseudodemócratas, con las banderas de los aguiluchos, las camisas azules puestas de nuevo al tinte y con toda la parafernalia de himnos y banderas españolas que tan bien saben utilizar, con las manipuladas víctimas del tal Alcaraz, los Piñar, los Hinestrillas, etc, etc, esto es, los cachorros de los masacradores de “rojos”, los que silenciaron a mis padres, los que mataron mis preguntas e impidieron mis respuestas quieren, de nuevo, someternos al silencio del miedo.
Sigue siendo fascismo, pero esta vez, no, ¡NO PASARÁN!
Aguere a 9 de marzo de 2007.
Fco. Javier González.
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