Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Cuando en el pleno de el Cabildo de este viernes Domingo Medina vio entre el público a diez personas que exhibían carteles en solidaridad con Pepe Castellano, padre de familia al que el Cabildo ha echado de su trabajo por escribir un libro, debió pensar que aquella era la oportunidad para meterle una inflada de hostias a los 'antisistema' esos a los que lleva intentando provocar desde hace años. Lo que no sería más que una anécdota si no fuera porque este individuo -rey del desenfreno nocturno en Tenerife- es el que asesora a la policía en lo que se debe hacer en cada momento. Que manda huevos la cosa.
El caso es que para reprimir aquella terrible agresión, de 10 ciudadanos que en ningún momento levantaron la voz y atendieron sobre la marcha el requerimiento del ordenanza para abandonar el salón de plenos -una vez que Melchior dio la orden nada más ver un folio en alto-, Domingo Medina mandó a llamar nada menos que a 16 policías nacionales que, como ocurriera recientemente en una rueda de prensa de Ben Magec, no pudieron hacer otra cosa que el más espantoso de los ridículos.
Imagínense cómo fue la cosa que la policía llegó cuando ya estas diez personas departían tranquilamente en la puerta del Cabildo, después de haber abandonado el salón de plenos -de libre acceso al público- sin el más mínimo incidente con nadie. Al ver llegar estos compañeros a tanto policía, en cuatro coches, bromearon porque pensaban que la Fiscalía Anticorrupción había adelantado algo el trabajo que lleva a cabo sobre las múltiples empresas públicas que posee esa Institución, de tal forma que bromearon incluso con ellos diciéndoles que si iban a buscar a los de la CoCa se les podía echar una mano y que, en todo caso, era fácil reconocerlos porque llevaban chaqueta y corbata. Y ustedes saben que nosotros nunca decimos mentiras, la pata la metemos un montón de veces, pero mentiras jamás.
Pero claro, cuando aquel medio escuadrón de policías entró en el Cabildo, alguien debió decirles que no, que ya los 'terroristas' habían salido y que era aquel grupo de personas que estaban hablando tranquilamente en la puerta. Por lo que ¡vuelta para detrás! a llevar a cabo el mismo ritual de siempre, exactamente el mismo aunque esta vez parece que no hubo cacheos ni retirada violenta de camisetas y carteles. Identificación al canto que hizo que algunos despistados que pasaban por allí en aquel momento, y que no tenían que ver nada con el asunto, tuvieran que sacar el DNI por más que les explicaban que ni puta idea de lo que iba la cosa.
Y es que tener al mando de la policía a individuos como Domingo Medina o -tirando más alto- a un José Segura, que manifiestan su odio en tertulias televisivas y demás a los que no piensan como ellos en asuntos como el Crimen de Granadilla, es un auténtico peligro que no a dado lugar a ningún disgusto grave, hasta el momento, no porque ellos no lo hayan intentado mediante la provocación cada vez que han tenido oportunidad, sino porque todos nosotros tenemos claro que vienen a por nosotros, con policía y todo lo que tranquen, y que a la más mínima nos escacharán la cabeza por el más insignificante de los motivos.
Porque es que si lo que hicieron el otro día, delante de la sede del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, un grupo de asesores de Zerolo gritando y amenazando al Tribual que había de decidir sobre los decibelios del Carnaval, en una concentración ilegal de las que nosotros no nos hemos planteado hacer nunca, estos tipos nos hubieran entrado a hostias sin la más mínima duda. Es que ni identificaron a nadie y sólo se limitaron a intentar sacar al abogado de los vecinos vivo de allí, sin pedir más identificaciones ni leche de cacharro.
Y no es que nosotros estemos en contra de que la gente, espontáneamente, se manifieste donde quiera y como quiera -con unos límites razonables- para pedir lo que se le ponga en el culo. La cosa es que si Domingo Medina, José Segura o Hilario Rodríguez comparten el motivo de la protesta es posible que salgas bien parado del tema, pero como vayas en contra de sus ideas o intereses entonces sí que te la juegas directamente. Es algo así como en el Franquismo, que estaba prohibida toda manifestación contra el régimen pero, a favor, la Plaza de Oriente se llenaba a cada rato.
Vamos, como lo de la cartelería y el Ayuntamiento de Santa Cruz. Como pegues carteles contra alguna política del Ayuntamiento te meten multas millonarias. Ahora, como sea para algo del Carnaval o anuncios de los amigos para conciertos o botellones, entonces hasta los empleados de Tecmed te pueden prestar una escalera en un momento dado.
El caso es que Melchior ha echado a un padre de familia, que llevaba doce años trabajando para la Institución de la que llegó a ser Director del Museo de Historia, por escribir un libro, por disentir, el peor de los delitos que se pueda llegar a cometer hoy en día en esta tierra, cuando hace más de treinta años que enterramos al Generalísimo y 26 exactamente de que el del bigote entrara con una pistola en el Congreso de los Diputados.
Esto es lo que hay. Este jueves, precisamente, se celebraba el juicio en el que Pepe Castellano pedía la suspensión cautelar de la medida de dejarlo en la puta calle, con una familia que mantener, hasta que el asunto se resolviera judicialmente. La petición de este compañero fue apoyada por la Fiscalía, y el único argumento en contra del abogado del Cabildo usted jamás se lo imaginaría si no es porque nosotros se lo vamos a contar ahora.
Resulta que a Pepe lo han suspendido de empleo y sueldo desde el 15 de enero de este año y, ¡oh sorpresa!, el cabildo ha sacado a concurso-oposición esta plaza el viernes pasado, 16 de febrero, según convocatoria aparecida en el Boletín Oficial de la Provincia. Pues bien, sin que nadie sepa muy bien ni por qué ni por qué no, considera el abogado del cabildo, y por tanto la Institución regida por don Ricardo Melchior, que como esta plaza se ocupará definitivamente en cinco meses, y como el tipo da por hecho que Pepe Castellano no va a superar las oposiciones, pues dice que dado que la sanción es de un año y en cinco meses estará definitivamente despedido -dado que la plaza por lo visto él ya sabe que va a ser para otro/a- pues, si lo vuelven a readmitir ahora, nunca podría cumplir la 'condena' porque ya no trabajaría para el Cabildo.
Así lo ha dicho y se ha quedado más ancho que largo. Claro que, puestos a buscar una alternativa, pues se podría proponer darle una manta de palos a Pepe Castellano cuando consigan echarlo definitivamente a la calle, si le queda aún alguna condena por pagar, y no quitarle ahora su salario, más que nada porque no ha matado a nadie y tiene una familia que mantener.
Ahora bien, la bola esa de cristal que tiene el abogado del Cabildo, según la cual Pepe no va a aprobar esas oposiciones, yo no sé si tiene que ver con el hecho de que los supuestos prácticos no se sortean sino que los propone el Tribunal, si los 90 temas de la oposición hay gente que puede que los conociera desde hace meses -incluso años- o qué. Es caso es que todo el mundo presente en la Sala 5 del edificio de los Juzgados se quedó de piedra cuando el nota del Cabildo largó eso como si tal cosa. Más sobre esto seguro, o bastante probable, que se pueda ir desvelando con el paso de los meses o las semanas.
Esta es la situación en la que se encuentra el compañero Pepe Castellano. Casi tan jodida por la fijación que el Cabildo ha tomado con él como por el papel, en este desagradable asunto, de la oposición política en esa Institución, mucho más patética si cabe a la vista de que Domingo Medina envió hoy a 16 policías a reducir a ¡diez! ciudadanos pacíficos que, de la manera que pueden y saben, lo único que pretenden es mostrar su solidaridad con un padre de familia al que el Cabildo ya ha condenado, sin juicio y sin nada, por un delito de opinión. Como en el tiempo de los correajes, las camisas azules y las pistolas al cinto.
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