José Antonio Linares Moleiro* / Artículos de opinión.- El derecho a la libre expresión de nuestras ideas y pensamientos es uno de los derechos más fundamentales, siendo esencial para promocionar los pensamientos, denunciar injusticias y reclamar cambios, si no existiera ese derecho la humanidad estaría condenada a la opresión.
Los regímenes totalitarios, absolutistas y dictatoriales suprimen este derecho para evitar que se les condene, denuncie o, simplemente, se les rebata sus planteamientos; ante los que quieren imponer sus ideologías e intereses, sin el más mínimo respeto al resto de los mortales, tenemos, todos los seres humanos, una responsabilidad ineludible en defender y luchar por la libertad de expresión. La transmisión de las distintas ideas, los conocimientos, las opiniones… han servido para abrir debates sobre la convivencia entre las personas y alcanzar, llegado el caso, un consenso sobre que estilo de vida queremos o a que futuro aspiramos, tomando como ejemplo y aprendizaje los hechos históricos que nos han sido legados.
En pleno siglo XXI, no es habitual el que se destruyan libros ni se envíen a la hoguera a los “herejes”, pero la censura sigue campando a sus anchas, que cuando alguien consigue poner su libro en la calle, sufre la tortura de los modernos torquemadas que le condenan, y con él a su familia, a duras pruebas de subsistencia.
No les tiembla el pulso a la hora de aplicar con rigor y contundencia su poder para callar las opiniones contrarias a sus intereses y, emulando a aquel inquisidor, secuestran libros, silencian músicas, etc. Esta endiablada clase social –El tripartito canario- ha alcanzado sus más altas cotas de grandeza y poder despreciando y rechazando al que no rinde pleitesía.
La existencia del caciquismo, del clientelismo político, de las malas mañas y actitudes opresoras hacen que la palabra democracia esté vacía de contenido y precisa de la libertad de expresión para que no sólo sea un hueco cascarón y podamos entre todos rellenarla de actitudes de libertad, de respeto, de igualdad y justicia. Eso es o debería ser responsabilidad de todos.
La Hoguera puede quemar a un hombre o una mujer, nunca la dignidad de un pueblo.
* Presidente de Tagoror Achinech.
Muchas gracias por sus comentarios, todos ciertos al 100%. Ahora, Sr.Moleriro, creo que debemos tener une pequeña edición que se pudiese distribuir a diario, como lo es el METRO en Las Palmas, con el fin que la gente pudiese estar al tanto de lo que ocurre en esta Isla. Lo digo porque no todos tienen acceso a los medios digitales y quedan en total ignorancia de la realidad. Tampoco es justo que a algunos se les condene por pequeños errores cometidos, mientras a otros se les deje en libertad para que anden por sus anchas después de haber atropellado a una familia, tal como el caso de la Avda. Anaga. Además, que hay de este caso, se les tapa la boca a los medios y aquí no pasa nada ? No se permite la libertad de expresión pero si de coacción ? Gracias y cordial saludos.
Publicado por: EMANUELE | 11/03/2007 en 11:31 a.m.