Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Jamás había visto a Hilario Rodríguez, concejal nada menos que de seguridad y de fiestas -por lo menos-, que el pasado viernes por la mañana entrevistado por Andrés Chaves en Radio Burgado. El hombre estaba que se salía por la ola de solidaridad que se había desatado hacia su arcarde después de el numerito que montó el jueves con lo de que le habían suspendido los Carnavales. Todo mentira, por cierto.
Andrés Chaves, como chantajista profesional que es, le pedía los nombres de los vecinos que presentaron la querella para amedrentarlos dándolos en antena. Hilario no sólo no llamó a la calma sino que le informó de que esos nombres ya estaban circulando por ahí en panfletos, burlándose y despreciando públicamente a los vecinos con el peor de los estilos posibles. Es el hombre que, entre otras cosas, tiene la obligación de velar por la buena convivencia ciudadana y está al mando de un cuerpo policial, la UNIPOL, cuyo símbolo es un perro asesino enseñando los dientes.
Entre otras lindezas decía este individuos ignorante integral por las cosas que cuenta, que le había parecido una buena idea la propuesta de un murguero de que si suspendían los carnavales se podrían convocar manifestaciones, que las tienen que autorizar según este personaje 'responsable' de la seguridad de los chicharreros, y aprovechar para hacer la fiesta y montar todo el ruido que les diera la gana. Ignora este individuo que no hay dios que pueda autorizar una manifestación nocturna que perturbe el descanso de nadie. O lo ignora o es el idiota perfecto, el mismo que informó en contra de una acampada ecologista frente a la sede del PSOE, de un día, porque el Ayuntamiento estaba colocando el alumbrado navideño. Claro que un juez, aunque un poco tarde, le dijo que si con todas las calles que tenía Santa Cruz era ese día, precisamente, el único en el que se podían colocar esos bombillos en esa esquina.
Y parece mentira, sobre todo viniendo de nosotros, que independientemente del oportunismo político que ha aprovechado el tío, venga a ser el mayor bocazas del mundo, el Ángel Llanos, el que haya tenido que venir este sábado a poner un poco de cordura en el linchamiento público que había desatado Miguel Zerolo hacia unos vecinos con su terrorífico y despreciable Bando, pagado a toda página en los periódicos -como recientemente hizo con el pelotazo de Las Teresitas- de los impuestos de todos los vecinos. Incluso de los que viven en el Centro y contra los que este panfleto iba dirigido.
No existe justicia en esta tierra, ni cosa que se le parezca, si es admisible que un alcalde arremeta contra unos vecinos de esa manera, con dinero público, para defenderse de una acertada o errónea demanda -que eso es lo de menos- poniéndolos en una situación en la que, como bien dice Ángel Llanos, están temiendo ya hasta por su integridad física. Porque la única responsabilidad que tiene un alcalde es la de solucionar problemas, no la de crear conflictos sociales que se sabe cómo empiezan pero jamás se puede controlar cómo acabarán, cuando de masas enfervorecidas de ardor patriótico se trata. Claro que qué es lo que se puede esperar de un alcalde que puso recientemente, por medio de sus asesores, a colectivos neonazis a pasear sus banderas por las calles de Santa Cruz, lo que una generación completa no recordábamos.
Zerolo ha creado un conflicto donde sólo había la lógica petición de unas medidas correctoras mínimas que, si políticamente él no puede asumir, debería optar por otro tipo de soluciones teniendo claro que la razón y la Ley -y la Constitución directamente- están de parte de los vecinos, como no podía ser de otra manera. Entre otras cosas porque los domicilios de las personas, de momento, son inviolables en las democracias. En las dictaduras no hay problema ninguno, sobre todo porque nadie se atreve a protestar o a reivindicar sus derechos, que quizás eso es lo que muchos concejales de ese Ayuntamiento no han terminado de digerir suficientemente. Por descontado que en algunos medios de comunicaciónde Tenerife tampoco.
A todas éstas unos cuatrocientos adolescentes tomaron las calles de Santa Cruz este pasado viernes en una manifestación ilegal convocada, de urgencia, ante la llamada de Zerolo para echarle a la gente arriba de los vecinos que se resisten, de momento, a abandonar sus casas durante los Carnavales. Los mensajes amenazadores, la convocatorias a provocar más ruido que nunca, hojas de firmas para declararlos 'personas no gratas'... toda clase de porquería se les está lanzando a esta gente desde que un bando de Zerolo les criminalizara. Y si en cualquier procedimiento judicial, del tipo que sea, una de las partes movilizara estos recursos y esa campaña difamatoria contra el contrincante, estamos seguros que cualquier juez decente le leería la cartilla adecuadamente al que propicie semejante chantaje. Cartilla que, por lo general, se suele traducir en meter al tipo a la sombra unos días mientras se rebusca en el Código Penal algún artículo aplicable a semejante amenaza a la convivencia pacífica.
Pero el Zerolo no sólo es aforado, y se puede permitir probablemente eso y más sino que, por otro lado, la confianza en el sistema judicial de este puto país cada vez se presenta más hacia la ciudadanía como una especie de nebulosa en la que no se distingue ni lo democrático de lo que no lo es, ni lo justo de lo injusto ni, en ocasiones, lo decente de lo indecente.
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