Impericia, malapraxis, corrupción / Agencias.- A la tiranía de facciones o curvas perfectas la anteceden chequeos leves y una evidente ausencia de rigor médico antes, durante y después que acaban en un abismo donde rueda la vida misma.
La belleza es un bien preciado y perseguido que muta a lo largo del tiempo. Así en la prehistoria se la asociaba con fecundidad y se admiraba a una mujer de caderas anchas y pechos fláccidos.
En la Grecia antigua, por caso, estaba destinada casi exclusivamente a los hombres ya que a la mujer no se la tenía en cuenta ni para eso. ¿Usted hubiera imaginado que ideal de cuerpo a perseguir, obtener y desear haya sido la redondez rolliza cual esculturas del artista colombiano Botero? Ocurrió en la era victoriana donde se la privilegiaba y adoraba. Pero como todo cambia, con las eras se redefine el ideal de cuerpo y al ritmo frenético de verse linda, hermosa y apetecible no importa el cómo. Importa el cuando. Y cuando es ya
Desde 1997, nueve personas han muerto en España buscando la perfección. Todas eran mujeres de entre 20 y 60 años que se sometieron a una abdominoplastia, un lifting, una mamoplastia de aumento o una liposucción. El caso más sonado fue el de Stella Obasanjo: la primera dama de Nigeria falleció en el 2005 en la Molding Clinic de Marbella tras entrar en shock. En el 2002, la muerte de Débora Catalán, bisnieta de Ramón Menéndez Pidal, destapó que la clínica Icema de Madrid era ilegal. Su propietario, Gerardo Senderowicz, fue condenado a tres años de cárcel.
Impericia, malapraxis, corrupción, vericuetos judiciales. Es el después, cuando la muerte ya arrebató de modo absurdo a la vida que es todo ante la imagen que ciertamente no es nada
LA CIRUGIA PLASTICA ESTETICA, MUESTRA AL MEDICO COMO UN VULGAR COMERCIANTE DE LA CARNE Y A LA MUJER COMO UN SER ESCLAVO DE LA BELLEZA ARTIFICIAL, LLENA DE ENGAÑO POR TODO LADO, PREOCUPADA POR LO BANAL, LO SUPERFLUO, PARA TRATAR DE TRASCENDER EN LA VIDA.
Publicado por: ENRIQUE CASTRO | 18/12/2009 en 04:37 p.m.