Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Hace cuatro años por estas fechas, en vísperas electorales también, los repulsivos editoriales de El Día -en guerra continua contra el canarión- eran de lo más normalitas, Títulos como Objetivo, proteger la plaza de toros, Reyes para todos los niños, Desorbitado consumo de drogas, Confianza en Acebes y Rodríguez, ¿Otro proyecto faraónico?, El Rosario se siente engañado, Mimemos el turismo de cruceros, Los tinerfeños y EL DÍA, solidarios, Bienvenidas las viviendas sociales... se podían leer entre semana, para prepararnos para la habitual cagada del domingo en el editorial escrito por el que se presume, a la vista de la propuesta del PSOE, la CoCa y el PePe del Cabildo de Tenerife, como futuro premio Canarias de comunicación. Pa que te jodas, un premio Canarias para el principal enemigo de la unidad de Canarias en estos momentos.
Hoy las cosas han cambiado hasta tal punto que a uno le da que pensar que algo muy gordo espera esta gente que pase. Y todo porque un grupo de ciudadanos ha denunciado ante la fiscalía un pelotazo en Las Teresitas y, ante los indicios, ésta ha presentado una querella ante el juzgado. Como en los estados de derecho modernos, vamos.
La otra, que los ha desquiciado, es que Garzón ha encontrado en unos papeles los nombre del alcalde de Santa Cruz, del impresentable presidente de la Autoridad Portuaria, de una -que fue concejal del PSOE- asesora de urbanismo de Zerolo ahora (de lo que no tiene ni puta idea pero que, como el Florentino Guzmán Plasencia, apoyó el pelotazo) entre otros, como receptores de comisiones por favorecer la construcción de una marina deportiva gigantesca en San Andrés. Que pareciera que, ante el descubrimiento, el Garzón debería haber venido a invitar a unas copas a los afectados a ver si trincaba algo también, al parecer.
Y es que estos días los editorialistas de 'El Día', que deben ser el Peytaví o el Andrés Chávez quienes los escriben entre semana, porque repiten casi miméticamente las líneas argumentales que lanzan estos periodistas en los artículos diarios -o será al contrario-, se han desarretado desde principios de diciembre del pasado año disparando sin compasión a todo lo que se mueva. Nuevo intento contra la capitalidad tinerfeña, Cuidado con los canariones y procanariones, Las Palmas quiere la Alcaldía de Santa Cruz, Que Tenerife no tenga que lamentarse, Por la tranquilidad de los tinerfeños, Fue en una dictadura, Aves de rapiña que enfrentan a los canarios, El pánico socialista a la libertad de opinión, Los que actúan contra sus propios paisanos, La batalla por Santa Cruz será feroz, Ser o no ser, La injusta sombra sobre un trabajo bien hecho, Una reacción a lo que está pasando... o el terrorífico TENERIFE TIENE MIEDO de este último domingo, son algunos de los títulos de las seguramente más de 30 editoriales, casi seguidas, que han publicado desde que alguien movió un papel en un juzgado contra Zerolo y el asunto se supo.
Y, francamente, ni parece que sea para tanto, ni Zerolo es un pobre ser indefenso -entre otras cosas está aforado-, ni nadie tiene previsto crucificarlo, que se sepa. Unas actuaciones judiciales, de las que son objeto miles y miles de ciudadanos por circunstancias de todo tipo, por denuncias falsas, por arrebatos estúpidos, por robar para comer o por la enfermedad de las drogas... y, para colmo, muchísimos errores judiciales que dan con los huesos en el talego de gente inocente. No hace mucho que me contaba un cura amigo del caso de un pobre diablo que llevaba 14 años en Tenerife II sin salir ni un día de permiso porque ni tenía nadie que lo reclamase ni medios para salir, al menos, a ver cómo iba el mundo pese a que no era ningún criminal peligroso -que los criminales peligrosos con medios salen y obtienen reducción de condenas como si tal cosa-, sino que estaba en esta situación por una acumulación de condenas.
Pero lo de El Día con Zerolo es algo que no tiene precedentes en la historia de la prensa moderna ni en Canarias, ni en España ni en la Europa a la que decimos pertenecer. Lo del futuro premio Canarias de la comunicación -que el Altísimo no lo quiera- con los canariones es otra historia. Se trata de que su abuelo, canarión, fue según él un 'hijo de puta' que dejó a la familia tirada y se fue a Gran Canaria -'Canaria' para el dueño de 'El Día'- y desde ese entonces el hombre tiene una trabadera que la gente normal intenta solucionar en un buen diván, pero éste cree que el trauma lo arregla desde las columnas de los editoriales, lo que es obvio que no es posible a la vista de la evolución que lleva la 'enfermedad'.
Más abajo hemos reproducido alguno de los editoriales de El Día de este último mes. Para la historia, para las futuras generaciones, para los estudiantes de periodismo, para los fiscales... También te hemos puesto algunos enlaces a los delirantes artículos de Andrés Chávez que, como se ve, actúa coordinadamente con los editoriales y alguno del Peytaví. Si en este texto le da uno a eso de buscar palabras aparece la palabra 'canarión' 49 veces, Zerolo 34, Teresitas 18, corrupción 11 y Garzón cero veces. Y aunque parezca una chorrada, que lo es, si uno lo analiza un poco no deja de tener su intríngulis el asunto.
Sólo tres o cuatro editoriales no se han referido directamente al asunto en mes y medio. Uno que comparaba la llegada de vegetación y animales exóticos con el fenómeno de la inmigración de seres humanos, junto con otro sobre inmigración también en el mismo tono de siempre alarmando al personal. Otro sobre el barrio de Salamanca, una loa estúpida al turismo sostenible en La Palma y casi que para de contar. Todo lo demás referido a Zerolo y a los canariones que vienen a por él.
Y no es posible, al menos uno no se lo cree, que no haya ningún estudiante de tercer ciclo, en esa Facultad de Periodismo, haciendo alguna tesis o tesina sobre el papel de El Día en la defensa de la corrupción cuando viene de determinados personajes de ATI. Otros, como el concejal de San Miguel al que el juez ha metido en el talego preventivamente sin que nadie sepa dónde carajo está la llave de la celda, no han tenido tanta suerte como es Zerolo éste. El porqué nos lo podemos imaginar, aunque no tengamos el dato. Pero huele a dinero público o publicano en cantidades industriales.
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