Medios alternativos / Trabajadores.- Juan Dufflar Amel. Inscripto en la Asamblea General de Naciones Unidas como un caso de descolonización de ese territorio, el conflicto del Sahara Occidental, último enclave colonial en el norte de África, ha sido objeto de numerosas resoluciones del organismo internacional que reconocen y amparan el derecho del pueblo saharaui a la su independencia y libre autodeterminación, pero estas no han logrado materializarse .
El pasado 14 de diciembre la Asamblea General de la ONU volvió a adoptar una nueva Resolución sobre el tema, en la que reitera su responsabilidad respecto al pueblo saharaui y al proceso de descolonización, a la par que recuerda la validez del Plan de Arreglo de Paz y del Plan Baker, endosados por el Consejo de Seguridad, con el objetivo de que Naciones Unidas organice el referéndum de autodeterminación aceptado desde 1990 por las partes en conflictos: el Frente POLISARIO y el reino de Marruecos, con el respaldo de la comunidad internacional.
La falta de voluntad política del gobierno de Rabat y sus dilatadas y obstaculizadoras maniobras para la realización del plebiscito popular, no han permitido alcanzar una solución mutuamente aceptable para lograr una paz justa y verdadera en el largo diferendo.
La monarquía alauita, que desde 1975 ocupa militarmente los territorios del Sahara Occidental, se mantiene aferrada a lo que denomina “Plan de Autonomía” para la ex colonia española dentro de la soberanía marroquí, basada en el no reconocimiento de los derechos del pueblo saharaui a su autodeterminación.
Esta posición, afirma el Frente Polisario, conlleva mayores peligros para la paz y la estabilidad de la región del Maghreb.
Las pretensiones de Rabat son más excluyentes que lo consignado en la Resolución 1495 del Consejo de Seguridad de la ONU, que aprobó en el 2003 el Plan de Paz para la Autodeterminación del Pueblo del Sahara Occidental (Plan Baker II), que establece un período de autonomía de cuatro o cinco años bajo la jurisdicción de Marruecos, tras el cual se celebraría el previsto Referéndum de Autodeterminación para que permitir al pueblo saharaui decidir el estatuto final de ese territorio: país independiente o provincia integrada a Marruecos.
Pasados 16 años de haberse acordado entre ambas partes beligerantes en 1991el cese el fuego en la cruenta guerra iniciada en 1976, el proceso de descolonización del Sahara Occidental permanece estancado a pesar de las periódicas resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas.
No obstante, la votación de esta última Resolución muestra, aunque no con un unánime o mayoritario consenso, avances favorables en apoyo a la posición mantenida a todo lo largo del conflicto por el Frente Polisario. La batalla por la descolonización del Sahara Occidental y la independencia del pueblo saharaui, trasladada al campo de las negociaciones diplomáticas, continúa dilatándose por la terquedad de Rabat en no aceptar los acuerdos establecidos en el Plan de Paz de la ONU.
Mientras, el ejército marroquí continúa reprimiendo a sangre y fuego las crecientes manifestaciones de protestas en los territorios ocupados, que reclaman el respeto a los derechos humanos y la realización de la independencia y el referéndum de libre autodeterminación del pueblo saharaui.
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