Agapito de Cruz Franco / Artículos de opinión.- El 12 de enero el mundo amazigh comienza su año nuevo. Su calendario nace de una antigua disputa con el Egipto de los faraones. Arabes, chinos o judíos, entre otros, también tienen su calendario, lo que da idea del relativismo de las culturas y del ombliguismo de quienes creen que el mundo gira en torno al gregoriano. Nombrados despectivamente bereberes –bárbarus por los romanos y ber-bar por los árabes -extranjeros-, son los primitivos pobladores del norte de Africa desde el Mediterráneo al Níger: Egipto, Libia, Túnez, Argelia, Marruecos, Mauritania (de donde procede el término mauro o moro), Mali, Níger y Canarias. Han recibido el impacto de culturas como: griegos, fenicios, romanos, bizantinos, vándalos, árabes y europeos. Impermeables a todos ellos, los vieron desaparecer desde sus perennes kabilias. Su lengua posee 4000 dialectos, uno de los cuales, el tashelhit pasó a las Islas a través de los guanches. Posiblemente haya sido esta atomización linguística la mejor arma contra su desaparición como cultura, influyendo además en el sur de Europa. De vida sencilla y sobria, son felices en la dureza de sus condiciones geográficas y climáticas. Invadidos pero no sometidos. No en vano “amazigh” significa “hombres libres y nobles”.
En el siglo IV de nuestra era, fundaron una de las religiones más potentes del mundo, el Cristianismo de Occidente o Latino –católicos y protestantes-, a través de una de sus figuras legendarias, Agustín, Obispo de Hipona y nacido en Tagaste, poblaciones ambas del Magreb en Argelia. San Agustín, el teólogo más importante del Cristianismo y padre de la Iglesia, unió la filosofía de Platón, a través de Plotino, con las enseñanzas evangélicas del amor a los demás (“Ama y haz lo que quieras”) resultando una mezcla explosiva que liquidaría las primitivas sectas, se desentendería de coptos y ortodoxos, y daría origen, al abrigo de otros padres de la Iglesia como San Ambrosio, a la religión oficial del Imperio romano expandiéndolo aún más y proyectándolo de forma virtual hasta nuestros días. “Dos amores construyeron dos ciudades…” comienza San Agustín su obra “La Ciudad de Dios”, apareciendo en la cultura religiosa de occidente el drama de la salvación. Ese mito de la ciudad terrenal en camino a la ciudad celestial, piedra angular del Cristianismo hasta la Ilustración, con Lutero –monje agustino- de por medio, como semilla posterior del capitalismo según Max Weber. “El tiempo es oro”, había dicho también este amazigh, representado con un corazón y un libro en sus manos y fallecido en una Hipona cercada por los vándalos.
Pegados a su parentela, nunca han podido ser realmente islamizados. Sobre las puertas de sus casas suele verse el pez, símbolo de los primeros cristianos y la mano de Fátima la hija del Profeta. Arrastrados por el Islam a la conquista de la Península Ibérica poblaron de topónimos bereberes España, de términos tamazigts el español y de sus costumbres nuestra cultura, dejando a través del ADN su impronta en nosotros. Tuvieron mucho que ver con el espíritu libertario de los habitantes de la piel de toro y con la desintegración musulmana en reinos de taifas, sin hablar de Ab del Krim en el Rif como azote del colonialismo. Estoy seguro que si un cataclismo cultural, nuclear o climático arrasara nuestro mundo, entre sus escasos sobrevivientes estaría alguna kabilia amazigh de la Tunicia, Argelia o Marruecos surgiendo desde la sequedad fría de las montañas del Atlas y sus cuevas trogloditas para volver a entregarnos el valor de la libertad… Y cómo no, aunque como algo menos profundo pero no por ello importante también, regalarnos al mejor futbolista del mundo, Zinedin Zidane.
Vayan en su lengua ancestral las 12 campanadas que se oirán esta noche en el corazón rebelde de su cultura. La nuestra un poco también: yat, snat, krat, kkuzt, smmust, sdist, sat, ttamt, tzat, mrawt, yat d mraw y snat d mraw. Porque como dice Pablo de Luca en su libro “Notas de etnolingüística canaria”: “la lengua de un país es el mejor signo indicador de su identidad y la marca de su propia existencia” ( tutlayt n yat^tmurt d-iufâ néhâl unekwa-s, d-éhuel n tmazlayt tuddert-ns).
my best wishes then to any mazigh around the world wishes of success,joy and happiness,merry life and prosperity.
-happy new year
-feliz año nuevo
-bonne annee
-godt jar 2957.
hassan malki
Publicado por: malki | 07/01/2008 en 02:26 a.m.