Medios alternativos / Cuba Trabajadores Digital.- Juan Dufflar Amel. Nada puede graficar mejor los resultados de la I Cumbre África-América del Sur, celebrada en Abuja, capital de Nigeria, que el cartel que presidió la conferencia: una mano negra y una verde estrechamente unidas, simbolizando la alianza de dos continentes cuyas historias están signadas por siglos de colonialismo y neocolonialismo.
En este encuentro, continuidad del acercamiento que ambas regiones vienen desarrollando a partir de las experiencias de las Cumbres América del Sur- Países Árabes, y África-Asia, realizadas en el 2005, participaron los jefes de Estado o sus representantes de los 53 países miembros de la Unión Africana y de los 12 estados miembros de la Comunidad Sudamericana de Naciones: Argentina, Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, Chile, Guyana, Paraguay, Uruguay, Surinam y Venezuela.
Convocada con el objetivo de constituirse en una plataforma de futuras relaciones interregionales, la Cumbre abarcó una agenda centrada en ocho áreas estratégicas de cooperación, entre ellas, la paz y seguridad, agricultura y empresas agropecuarias, negocios, comercio, inversiones, combate a la pobreza, recursos hídricos, desarrollo de infraestructura, y energía.
Atención preferente confirieron los mandatarios al desarrollo en campos como la biotecnología y la agricultura tropical, que representan principal sustento para millones de africanos y latinoamericanos.
En el plano energético, acordaron estrechar su colaboración en las áreas de la minería, los hidrocarburos y la energía renovable.
A la vez, la salud, la ciencia, la educación y la protección y el cuidado del Medio Ambiente, se incluyen en los acuerdos contraídos por los dirigentes africanos y latinoamericanos.
Aprobada por unanimidad, la Declaración de Abuja, expresa la firme voluntad integracionista de los líderes de ambas regiones, y la viabilidad de su mutua cooperación política, económica y social mediante mecanismos apropiados que privilegien una participación equitativa de los países en vías de desarrollo en los organismos internacionales.
Al respecto, la Declaración hace énfasis en la necesidad de reforzar y democratizar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y llama a profundizar las relaciones Sur-Sur como única vía de defensa común y de constituir una fuerte alianza a favor del desarrollo.
La I Cumbre África-América del Sur, surgida por iniciativa del presidente de Nigeria, Olusegún Obasanjo, en el marco de la visita de Estado que realizará a su país el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva, el año pasado, sobrepaso las expectativas iniciales de crear entendimientos e iniciativas concretas en áreas estratégicas de interés común para ambas regiones geográficas en un mundo globalizado y neoliberal.
Los jefes de Estado o sus representantes de los 65 países participantes, acordaron por unanimidad celebrar la II Cumbre África- América del Sur, en Caracas, capital de la República Bolivariana de Venezuela, en el 2009, lo que constituye un indicador del prestigio del proceso revolucionario liderado por el presidente Hugo Chávez Frías y de las perspectivas que también ofrece a otros pueblos del mundo la Alternativa Bolivariana para Las Américas.
Al sintetizar la importancia de la I Cumbre como un nuevo capitulo en las relaciones Sur-Sur, el presidente Lula afirmó: “Siempre tenemos los ojos volcados al Norte y no nos damos cuenta que muchas soluciones se podrán encontrar en diálogo entre nuestros países para llevar la esperanza a las poblaciones más marginadas de los dos lados del Atlántico”.
Paso a paso, lenta, pero inexorablemente, el Sur anda hacia el Sur.
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