Agapito de Cruz Franco / Artículos de opinión.- A veces, la efervescencia colectiva deja huella en las conciencias. Es lo que ocurrió tal día como hoy de 2002, cuando la sociedad se reunió en torno a sí misma. No sucedió de golpe. Se gestó tras 20 años de ecologismo. Ahora, tras el éxito del 18-N contra el Puerto de Granadilla, uno se plantea: ¿Hay un fracaso de esa clase política tradicional divorciada del pueblo, de esa izquierda imposible, de unas instituciones secuestradas, de unas organizaciones sociales, empresariales o mediáticas parte del sistema, superadas por la cultura de la asamblea, la rebeldía y la propia naturaleza? Prefiero que el resumen del manifiesto ciudadano leído al final de aquel 23-N, aporte luz. En él, hay claves desconocidas, traicionadas o a años luz aún. Vilaflor, fue la punta del iceberg.
“Pueblo de Tenerife
Canarios y canarias de las 7 islas:
Hoy, 23 de noviembre de 2002, es un día histórico que marcará un antes y un después en la vida política y social de las Islas. Hoy pasamos página en la historia de la democracia de nuestra Comunidad. Hemos decidido tomar parte en la toma de decisiones públicas. Las Instituciones han de entender que están a nuestro servicio y no pueden ser títeres de las multinacionales. La democracia de papeleta cada cuatro años debe dar paso a la verdadera, la de la participación ciudadana como actores de primera fila.
El espíritu de Vilaflor, ha hecho que “toda Canarias sea hoy Vilaflor”: como modelo de desarrollo sostenible, y como ejemplo de lucha ante la injusticia. El movimiento ciudadano “Toda la isla es Vilaflor” no tiene en el 23-N su punto de llegada sino de partida. Que lo sepan los partidos políticos que se hallan aquí presentes y los que no. Hoy nos constituimos como actor social y político, porque nuestros representantes no nos representan.
Un saludo para las personas presentes, y para las organizaciones sociales y políticas. Para los concentrados en Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote, La Gomera, El Hierro y La Palma y que se unen al clamor contra UNELCO-ENDESA, en un grito unánime de toda Canarias. Venegueras, El Cotillo, Malpaso, Taguluche, Charco Verde, Tindaya, Berrugo, prospecciones petrolíferas... están hoy aquí.
El problema de la energía es la gota que colma el vaso de un modelo de desarrollo insostenible por expoliador de recursos y generador de desigualdades. Al luchar contra este Tendido también lo hacemos contra la construcción de miles de camas hoteleras, grandes superficies, infraestructuras viarias, macropuertos como el de Granadilla o Arinaga o la incineración de residuos. Por los suelos agrícolas y la pesca, y el deseo de solucionar bajo otro modelo de desarrollo, los problemas de población, sanidad, precariedad en el empleo, educación, etc.
El Tendido de Alta Tensión de 220K es un grave atentado contra la naturaleza y la sociedad canarias por afectar a espacios naturales y fauna endémica, por su contaminación electromagnética, por destruir el modo de vida chasnero. Hay otras alternativas, como la apuesta por las energías limpias, el ahorro y la eficiencia energética, entre otras.
Este proyecto que intenta imponer antidemocráticamente el “Decretazo energético” del Gobierno de Canarias, va contra las leyes de protección de la naturaleza, del sentido común y contra la democracia y voluntad de Canarias.
Es pues necesario dar la voz y la palabra al pueblo en defensa de la naturaleza y de la sociedad y contra el poder y la corrupción que muestran algunas instituciones y empresas, para poner en práctica una nueva acción solidaria, común y ciudadana, capaz de elevar los valores más profundos de la democracia. En Santa Cruz de Tenerife, 23 de Noviembre de 2002.”
Las Islas se enfrentan a un reto: el continuismo de las formas de acción, participación y representación, o la apuesta decidida para que el pueblo sea el protagonista. Los nuevos movimientos sociales son movimientos políticos que no necesitan a nadie para que los represente. La política, y el único cambio, los hace la sociedad.
Artículo de opinión aparecido el jueves 23 de noviembre en 'La Gaceta de Canarias', en la columna "Tribuna Abierta", pág. 4: "4º Aniversario de la Manifestación de Vilaflor".
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