Agapito de Cruz Franco* / Base de datos autores.- Artículo aparecido en el periódico LA GACETA DE CANARIAS, sección "Tribuna Abierta" pág. 4 del día 12 de octubre de 2006. Los vecinos son el alma de un pueblo. Las asociaciones de vecinos, son asociaciones –ya lo dice la palabra- solo que de algunos vecinos. En un mismo barrio puede haber una o cien. O ninguna. No representan sino a sus afiliados y afiliadas. Como organizaciones sociales son importantes, pero, los vecinos lo son más. Tienen la función de canalizar, denunciar, etc. los diversos intereses. Nunca ser delegaciones del partido gobernante. Jamás ostentar la representación de los vecinos ante el Ayuntamiento.
Las AAVV no votan. Votan los vecinos. A éstos no se les puede usurpar su acción política, desgraciadamente sólo de forma delegada cada cuatro años, en lugar de hacerlo directamente y sin intermediarios. Como los grupos ecologistas, sindicatos, asociaciones culturales, deportivas, juveniles, cámaras agrarias o empresariales, etc. son para que la sociedad se organice, para crear conciencia, para luchar por sus intereses. Nunca para decidir. Eso deben hacerlo uno a uno cada ciudadano y cada ciudadana. Las asociaciones de vecinos son así, agentes sociales, no sujetos políticos, los únicos estos últimos, en donde reside la soberanía del pueblo.
Tengo en la cabeza, un sector de las AAVV de La Orotava. El poder de ATI-CC en estos 27 años en la Villa, se ha basado, entre otras cosas, en ese fraude social que confunde agentes sociales y sujetos políticos. El movimiento vecinal, que debe ser plural, sin adscripción política alguna sino con la única referencia del vecino como tal, devino, en estos casos, en sucursal del grupo gobernante. Es un sucursalismo opaco, a veces. A veces declarado. El poder, puso a los vecinos a su servicio, en lugar de la sociedad poner al suyo a quienes elige en cada mandato. Un hecho, por otro lado que no es propio de ATI, porque en algunos ayuntamientos en los que gobierna el PSOE, como Granadilla, entre otros, sucede tres cuartos de lo mismo. Una de las diferencias entre un partido de masas o tradicional y una organización política alternativa radica en que la primera busca controlar al pueblo mientras la última se pone al servicio de éste.
Este tipo de AAVV están a lo que les dicen. Viven de lo que les echan. En el pesebre de las subvenciones amigas, son una pieza fundamental para un gobierno basado en clientes que ha convertido los Ayuntamientos en “empresas privadas” gestionadas con dinero público.
ATI-CC en La Orotava afirma sin vergüenza que su origen está en las asociaciones de vecinos que en 1979 se unieron y crearon las AIO. Esta afirmación es la mejor definición de partido único: fuera de nosotros no hay nada que hacer, ni que rascar. Fue la peculiar forma de algunos en la Villa, de continuar aquel atado y bien atado de 40 años de “paz-iencia” con Franco, adaptado a las generaciones de nuevos ricos. Surgieron al calor de los símbolos que les educaron y que están cayendo estos días bajo la piqueta de la Comisión de Educación y Cultura del Consistorio, actitud ésta, que contrasta con la inadaptabilidad a la democracia de estos partidos atrápalotodo.
Sin embargo, otros que tal bailan, son quienes, como réplica a este descaro, vienen ahora con formas de participación ciudadana en las que repiten de nuevo el modelo, pero eso sí, con maneras ilustradas, con personas cualificadas y relevantes, dicen. Padecen el síndrome de Colón -la historia comienza con ellos-. Antes no existía nada. Elites expertas en el control “suburbano”, con técnicas de delegación, y que se mueven entre bastidores usurpando de nuevo la lucha vecinal. La Asamblea queda desvanecida y en manos de Juntas, Consejos, Foros y Coordinadoras. O sea ellos. Nunca el pueblo, con el que por otro lado se llenan la boca.
Porque pueblo, lo que se dice pueblo, no hay más que uno y ese habita en cada casa, en cada puerta. No necesita que nadie decida por él. La participación ciudadana debe ser participación, pero ciudadana. Y el poder, para la Asamblea, que la máscara, ya lo es para el Carnaval.
*Agapito de Cruz Franco. Concejal de Iniciativa por La Orotava (IpO)
Comentarios